miércoles, 21 de mayo de 2008

La selección


- Kera, esta noche cenaras en la mesa de los profesores y serás elegida para una casa.
Kera no dijo nada al respecto, tan solo siguió al profesor hasta el despacho del director, donde según Snape debían hablar de sus clases y de en qué año estudiaría.

- ¿Albus? Pregunto Snape ya en el despacho del director.
- Aquí arriba Severus, esperad, ahora bajo.
- Siéntate Kera. Dijo Snape ofreciendo una silla vacía a la muchacha.
Kera seguía sin mencionar una palabra, en cierto modo estaba asustada, pero también estaba asombrada por lo poco que había visto del castillo, los enormes pasillos, las escaleras que se movían a su antojo, los miles de cuadros situados en las paredes que saludaban al paso de la muchacha dándola la bienvenida y la enhorabuena.
Cuando el director bajo, Kera se levanto y saludo haciendo una pequeña reverencia con la cabeza.
- Tranquila muchacha, no tienes porque ser tan cortes. Dijo el director estrechando la mano para saludar a la muchacha. – Soy Albus Dumbledore, director del Hogwarts, encantado de tenerla con nosotros.
- Muchas gracias señor.
- Y bien, ¿cómo ha ido tu viaje hasta aquí?
- Interesante y largo, señor.
- Comprendo. Dijo Albus sonriendo a la chica. – Severus ¿podrías indicar a la señorita Dubronik donde cambiarse para la cena y acompañarla hasta el gran comedor?
- Por supuesto. Dijo tomando de los hombros a Kera. – Acompáñame.
Kera camino al lado de Snape durante un buen rato sin saber muy bien que decir.
- Kera, ¿te pasa algo? No has dicho nada desde que hemos llegado a Hogwarts.
- Es que no sé qué decir, estoy tan impresionada con el castillo que me he quedado medio muda. Dijo la chica bajando la cabeza y mirando al suelo. – Por cierto ¿a dónde vamos?
- He dejado tus cosas en mi despacho, realmente no sabía donde dejarlo y he pensado que no te importaría que te acompañase durante este día.
- No, bueno, claro que no me importa, al fin y al cabo si no fuera por usted no habría llegado nunca hasta aquí.
- Kera, no quiero que seas tan cordial mientras estemos solos, yo no te trato de usted y tampoco quiero que lo hagas tú.
- Lo siento. Dijo la chica cabizbaja.
Bajaron las escaleras hasta las mazmorras, las cuales eran frías y oscuras, pero parecían divertidas a los ojos de Kera.
Cuando por fin llegaron al despacho de Snape este la indico sus baúles y la dejo sola para que se cambiase.
- Cuando termines sal a buscarme al aula de al lado. Dijo Snape con seriedad.
La chica afirmo con la cabeza y busco la mejor ropa para la cena.
Finalmente saco un pantalón de campana negro, una camisa blanca y una corbata negra. Cuando hubo terminado fue a buscar a Snape, el cual preparaba algunas pociones en el aula que había indicado a la muchacha anteriormente.
La niña golpeo con delicadeza la puerta y entro en el aula, Snape se giro y como ya había hecho anteriormente la miro de arriba abajo con cara de pasmado, esta vez Kera ignoro la mirada del profesor, en cierto modo la gustaba que la mirase así, sentía que por lo menos tenia alguien en quien confiar.
- Bueno, vayamos al gran comedor. Dijo saliendo de su estado absorto.

Cuando llegaron al gran comedor ya estaban sentados los alumnos, pero no todos, los de primero esperaban ansiosos a la selección para las casas.
Snape guio a Kera hasta el asiento en la mesa de los profesores, allí estaba el director, justo a su izquierda había un sitio vacio, al lado de este se hallaba una mujer con cara risueña y algo rellenita, pero que parecía muy adorable, continuando la mesa se hallaba un pequeño profesor con un rostro alegre, y justo a su lado y terminando ese lado de la mesa una profesora de lo más peculiar, tenía el pelo revuelto y llevaba muchos collares.
Snape se sentó a la derecha de Albus, justo al lado de Snape estaba el sitio de Kera, a su lado tenia al semi-gigante que había visto en la estación, a su lado otros profesores mas a los que no quiso mostrar más atención, pues ya tenía bastantes cosas en la cabeza.
De repente entro una mujer con sombrero picudo y seriedad que llevaba en su mano un taburete y un sombrero viejo, detrás de ella iban los alumnos más jóvenes.
La mujer coloco el sombrero encima del taburete y este comenzó a cantar:

Oh, podrás pensar que no soy bonito,
Pero no juzgues por lo que ves.
Me comeré a mí mismo si puedes encontrar
Un sombrero más inteligente que yo.
Pero yo soy el Sombrero Seleccionador de Hogwarts
Y puedo superar a todos.
No hay nada escondido en tu cabeza
Que el Sombrero Seleccionador no pueda ver.
Así que pruébame y te diré
Dónde debes estar.
Puedes pertenecer a Gryffindor,
Donde habitan los valientes.
Su osadía, temple y caballerosidad
Ponen aparte a los de Gryffindor.
Puedes pertenecer a Hufflepuff
Donde son justos y leales.
Esos perseverantes Hufflepuff
De verdad no temen el trabajo pesado.
O tal vez a la antigua sabiduría de Ravenclaw,
Si tienes una mente dispuesta,
Porque los de inteligencia y erudición
Siempre encontrarán allí a sus semejantes.
O tal vez en Slytherin
Harás tus verdaderos amigos.
Esa gente astuta utiliza cualquier medio
Para lograr sus fines.
¡Así que pruébame! ¡No tengas miedo!
Porque soy el Sombrero Cantor.


Así poco a poco fueron pasando todos los jóvenes y así fueron asignados a sus casas.
Pronto el director se levanto y se dispuso a hablar.
- ¡Bienvenidos! – Dijo ¡Bienvenidos a un año nuevo en Hogwarts! Antes de comenzar nuestro banquete, quiero deciros unas pocas palabras, primeramente para los nuevos y viejos alumnos que sepáis que el bosque prohibido es un terreno inexplorable. Y segundo, debo presentaros a una nueva alumna que nos acompañara durante dos años, Kera Dubronik. Es una estudiante del extranjero a la que espero que tratéis como es debido, y sin más miramientos, por favor señorita Dubronik, aproxímese al taburete para ser seleccionada a una casa.
Kera se levanto asustada, camino despacio hasta el taburete y se sentó, el resto de de alumnos miraba perplejos a la chica, la cual se sentía intimidada ante tantas miradas.
El sombrero se poso en su cabeza y comenzó a susurrar en su mente.
- Umm, difícil elección, eres realmente sabia, por lo que Ravenclaw no te iría mal. – Dijo el sombrero. – Pero muy astuta y calculadora, perfecta para Slytherin. Dijo de nuevo. – sin embargo veo que eres muy valiente, así que ser Gryffindor tampoco estaría mal. Repitió en su cabeza. – Lealtad no te falta, ser Hufflepuff tampoco sería mala idea, realmente no sé muy bien que decirte, no me decido a elegir una casa para ti.
Tras 15 minutos el sombrero grito.
- ¡No puedo elegir! Esta muchacha posee todas las cualidades.
La gente miro sorprendida, y en ese momento Kera deseo que el sombrero se la tragase, a lo cual el sombrero dijo en su cabeza:
- Lo siento muchacha, pero eso es imposible.
Albus se levanto y tendió la mano a la muchacha, la cual estaba totalmente sonrojada.
- Tranquila, no debes preocuparte, ya solucionaremos esto mas tarde. Dijo susurrando a la muchacha. – Que dé comienzo la cena. Dijo elevando las manos.
Tras eso acompaño a Kera hasta su sitio y la invito a sentarse.
- Severus, no tengo mucho abre, ¿te importa que me retire?
- Si, me importa. Dijo cogiéndola la mano por debajo de la mesa. – Por favor quédate. Termino diciendo a su oído.
Kera suspiro lastimada, y comenzó a jugar con la comida que Snape había puesto en su plato.
- Por Circe, deja de jugar con la comida y come. Dijo Severus golpeándola en el hombro.
- En serio Severus, no tengo hambre. Dijo a la vez que le miraba con cara de tristeza.
- Kera, por favor, solo es un mal trago. Dijo de nuevo tomando su mano, esta vez por encima de la mesa.
- Vale, pero espero que me compenses.
Snape sonrió y Kera finalmente comenzó a cenar, cuando hubieron terminado los postres el directo invito a los alumnos a marcharse a sus respectivas salas comunes, mientras tanto, los profesores y Kera fueron a una sala que había detrás del gran comedor y comenzaron a hablar de la elección de la muchacha.
- Bueno, como habéis podido observar el sombrero seleccionador no ha sabido elegir un lugar para Kera, así que nosotros elegiremos donde mandarla. Dijo Albus mirando a la muchacha.
Todos se sentaron, Kera se acerco a un sillón de cuero marrón y se sentó en el, los demás profesores se sentaron, todos menos Albus y Severus, el cual no tenia en donde sentarse, así que se sentó en el reposabrazos del sillón de Kera.
- Muéstrate. Dijo el director y unos papeles se posaron en sus manos. – Veamos, Kera, tú destacas en Pociones y Defensa Contra las Artes Oscuras, además no vas nada mal en Encantamientos y Transformaciones, tampoco se te da mal la Herbologia, realmente eres una muchacha muy sabia, pero contando que tus principales asignaturas son Pociones y Defensa Contra las Artes Oscuras creo que estarías mejor en Slytherin, ¿alguien discrepa en mi idea?
Ninguno de los presentes contesto, así que Severus se levantó y estrecho la mano a Kera dándola la enhorabuena. – Bueno una cosa más Kera entrara en el sexto curso.
- Solo una cosa, la señorita Dubronik no podrá llevar el uniforme de momento, la señora Malkin ha mandado un uniforme equivocado esta tarde y he tenido que devolverlo, así que hasta la semana que viene no recibiremos el nuevo uniforme. Término diciendo Severus.
Nadie hablo, tan solo asintieron con la cabeza y se despidieron.
- Severus, da alojamiento a Kera y mañana llévala a su sala común, por favor.
- De acuerdo señor.
Así Kera paso la primera noche en el castillo, ¿en dónde? Pues Severus se ofreció a prestarla dormir en sus aposentos, Kera no discrepo, es mas en cuanto se metió en la cama cayo profundamente dormida.
Snape no sabía si dormir a su lado o quedarse en el sofá, pero al ver que la niña había quedado profundamente dormida decidió acostarse a su lado.

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