lunes, 17 de noviembre de 2008

Cambiando de vida

Cuando la mañana comenzaba, las voces de los estudiantes se oian, algunas resacosas que pedían un poco de silencio para sus pobres cabezas.
Kera y Severus dormían acurrucados, enredados entre las sabanas de la cama de este.
Severus tenia abrazada a Kera que dormía como una niña pequeña sobre su pecho. El delicado pelo de esta acariciaba el torso desnudo del profesor.
Severus se despertó sintiendo el calor del cuerpo de su alumna, acaricio los cabellos de la joven y aspiro el aroma que desprendía.
Era sábado y no tenia prisa por levantarse de aquel maravilloso sueño, se sentía a gusto consigo mismo olvidando su fría fachada de profesor mimando a su querida Kera con ternura, no quería separarse de ella, desde que la conoció aquel dia en el tren se había enamorado de ella pero tenia tanto miedo que no podía demostrar sus sentimientos.
Pero las palabras del viejo director le habían guiado.
Kera comenzó a gruñir, se estaba despertando, abrazo fuertemente a su profesor y acaricio el pecho de este con su mejilla, levanto la cabeza y miro a un sonriente Snape.
Un dulce beso y un buenos días hizo que los dos sonrieran tontamente, se sentían como dos adolescentes ninguno de los dos quería separarse del otro.
- ¿Que tal has dormido Kera?
- Muy bien, ¿y tu?
Una sonrisa por parte de Snape afirmo la maravillosa noche de ambos. Kera miro el reloj de pie de la habitación, tan solo eran las doce del medio dia, también escuchaba las voces del resto de los alumnos se notaba que muchos acababan de levantarse.
Kera se tumbo boca arriba mirando el techo con una amplia sonrisa. Snape se puso de medio lado jugando con el cabello de esta.
- ¿Te apetece que nos demos un baño juntos?
Kera giro la cabeza sonriendo y acaricio el rostro de Sev.
En silencio los dos se levantan de la cama y se dirigen al baño. Severus llena la gran bañera con agua y sales de baño con olor a jazmin, Kera cierra los ojos aspirando el delicioso olor y sintiendo un abrazo de su profesor, los vapores inundan la estancia.
La calido agua calienta los dos cuerpos, Kera se recuesta sobre el pecho de Snape mojando su cuerpo con la mano.
- Nunca pensé que seria tan feliz. Dice Kera sonriente acurrucada sobre Snape.
- Yo tampoco imagine…
Snape besa la cabeza de Kera delicadamente.

Tras el baño ambos se visten, Kera es la primera en abandonar la habitación del profesor para ir al gran salón a comer, al llegar se encuentra nuevamente con sus padres y hermana, también esta Lucius, hay un sitio reservado en la mesa de profesores para ella, junto a su hermana y las dos entre sus padres.
Una comida tranquila. Kera paso toda la tarde con sus padres pues estos viajaban de nuevo a casa con Cleo.
- Hija nos ha gustado mucho verte, ya nos han dicho que sacas muy buenas notas, esperamos que lo pases bien. Dice su padre abrazando a la niña.
Tras besos y abrazos sus padres se marchan con un traslador a casa y Kera vuelve a su rutina en la biblioteca pues aun la quedan trabajos pendientes.
- Ha sido un buen dia. Piensa Kera mientras se dirige a la biblioteca.
Ya en la biblioteca se encuentra con sus amigas y mas que estudiar se pasan lo que queda de tarde charlando como fue la fiesta de anoche.
A las 10 todos van al gran salón a cenar y después en la sala común hablando horas hasta que el sueño se apodero de ellas.

jueves, 13 de noviembre de 2008

Cuando el amor llega

Kera dio un suspiro de alivio al sentir el fresco ungüento sobre sus piernas y las suaves manos de Severus masajeando y acariciando sus piernas.
Kera comenzó a sentir un leve hormigueo por su cuerpo, una sensación muy reconfortante y en cierto modo incluso placentera.
La joven no entendía muy bien que era esa sensación, quizás serian las copas que había tomado en la fiesta o simplemente el agotamiento de tanta juerga, el caso es que allí tendida en la cama de su profesor se encontraba feliz y a gusto.
Las manos de Snape recorrían los pies de Kera con cuidado extendiendo el ungüento con delicadeza por toda la superficie, Sev subió sus manos a los tobillos y comenzó a masajearlos con un poco mas de fuerza, Kera se sentía totalmente relajada y a gusto.
Poco a poco las manos de Snape fueron subiendo masajeando los gemelos de la chica con suavidad, y con perfecto saber Severus se arrodillo sobre la cama subiendo mas y mas inclinándose hacia el cuerpo de Kera.
La niña que notaba las expertas manos de su profesor iban subiendo y que él se iba acercando mas y mas a ella, Kera que al relajarse había recuperado su color de pelo marfil y sus violáceos ojos miraba con deseo a su profesor.
Efectivamente las copas de la noche habían causado que la joven se sintiera indefensa en manos de su querido profesor, Snape subió sus manos hasta los glúteos de la joven y se acerco al rostro de la niña para besarla.
Kera acepto el beso de su profesor rodeándole el cuello con los brazos, este agarro el trasero de la niña elevándolo y recostándola por completo acomodándose entre sus piernas y recostándose sobre el cuerpo de la niña sin dejar de besarla dulcemente.
Las manos de Snape se dirigieron a la camisa de la chica descamisándola y dejándola en ropa interior, los besos cada vez más profundos y apasionados hacían que la niña sintiese unas ganas terribles de atrapar al profesor y no soltarlo, Snape ni corto ni perezoso comenzó a acariciar el cuerpo de la chica con suavidad, primero los hombros, el pecho, el abdomen sus caderas…
Snape se quito el jersey negro que llevaba sintiendo la suavidad del cuerpo de su alumna, esta sentía la calidad del pecho de su profesor, acariciando su espalda delicadamente dibujando figuras con la punta de los dedos.

Poco a poco la pasión era más concentrada, y los cuerpos de los dos amantes se desenvolvían entre las sabanas a la perfección.

Kera y Snape estaban desnudos acariciándose y besándose con pasión y delicadeza.

La pasión de los dos iba acelerándose cada vez más. Los dos cuerpos enredados, las piernas entrelazadas los cuerpos bien pegados transmitiéndose calor y amor.
Severus disfrutaba mostrando su amor a Kera, y ella por su parte disfrutaba de su profesor, de sus besos, sus caricias, sus mordiscos, sus embestidas.

Comenzaba a madrugar pero los dos seguían dando muestras de afecto y cariño.
Kera comenzaba a estar agotada llevaban horas dándose amor y no podía más.
- Sev creo que deberíamos descansar un rato. Dijo Kera mientras mordisqueaba el lóbulo de su amado.
Severus se levanto del cuerpo de Kera haciéndose a un lado en la cama invitando a Kera a que descansara sobre su pecho.
Kera se volteo abrazando a Sev y en cinco minutos cayo profundamente dormida sobre él.