sábado, 17 de abril de 2010

Lagrimas de sangre

A la mañana siguiente Kera era incapaz de levantarse de la cama, Snape ya llevaba rato dando vueltas por el dormitorio recogiendo libros y pergaminos mientras que la chica se agazapaba bajo las sabanas mientras protestaba y gruñía.
- Vamos, levanta ya. Kera era incapaz de mencionar una sola palabra solo gruñía quejosa mientras se escondía y abrazaba con fuerza la almohada. – Kera leches, levántate, tienes que estudiar y tus amigos llevan un rato esperando en la puerta.
Kera se levanto de golpe de la cama y mientras se ponía la bata corría hacia la puerta, asomo la nariz por la puerta y con los ojos medio cerrados y legañosos miro a sus amigos.
- Voy a dormir más. Dijo con la voz ronca mientras que los demás se reían a carcajadas tras la puerta. - No os riais tengo mucho sueño. La chica parecía un gato entre los bostezos y frotarse los ojos.
- Vale pues nos vemos a la hora de comer. Duerme bien.
Tras eso la chica volvió corriendo a la cama y salto sobre ella espatarrándose y arropándose hasta las orejas.
Snape gruño por lo bajo murmurando cosas incomprensibles mientras terminaba de colocar los libros en la estantería, después de eso llamo a Dobby que llevo el desayuno al dormitorio tanto para él como para la joven que ya no dormía sino que miraba cotilla acurrucada en la cama. Snape ignoraba la mirada de esta mientras clavaba sus ojos en el periódico casi con indiferencia.
Al ver Kera que Snape no la hacía caso se levanto y se sentó en la silla frente al escritorio y desayuno en silencio.
- ¿No ibas a dormir?
- Si, pero es que me desvele, además me apetecía estar un rato aquí, podías seguir ayudándome a estudiar hasta la hora de la comida.
- Bueno, si tu quieres te ayudo, pero tengo exámenes pendientes por corregir, así que no voy a poder dedicarte todo el tiempo que quisieras. Snape levanto la mirada del periódico y miro a la chica que parecía ofendida por lo dicho. – No me mires así, sabes que soy profesor.
Kera asintió con la cabeza ofendida y tras desayunar se fue al baño a relajarse mientras Severus corregía algunos de los exámenes, dándole tiempo para que pudiera prestarla más atención, Kera sentía falta de cariño por parte de Snape en estos días, además de que el estrés provocado por los exámenes la hacía más vulnerable a ponerse triste.
Cuando volvió al despacho se sentó en el sillón con el libro sobre las piernas y comenzó a leer en silencio, pero a los pocos minutos Snape se sentó en el sofá quitándola el libro.
- ¿Por qué haces eso? Pregunto la chica mirándolo entre apenada y molesta.
- Quieres que te ayude, ¿no? Pues entonces te preguntare la lección para ver si te lo sabes.
Kera dibujo una sonrisa y afirmo con la cabeza, Snape comenzó a preguntar y Kera a responder, muchas de las respuestas de la joven iban a medias así que Severus se dedicaba a corregirla constantemente una y otra vez.

A la hora de comer Kera bajo al comedor donde los demás la estaban esperando.
- Ya hemos estudiado Defensa contra las artes oscuras, Roger estuvo presente y nos dio algunas pistas para aprobar.
- Yo estuve estudiando historia. Contesto Kera medio triste. – Di muchas respuestas a medias. ¿Y lo de defensa es fácil?
- Si, seguro que tú apruebas, no te preocupes, hoy dedicaremos toda la tarde a estudiar Historia.
Después de terminar la comida, fueron a dar un paseo por el lago, Nico empezó a preguntar el tema a los demás, a excepción de Kera que respondía a medias las preguntas los demás eran desastrosos.
- Yo os ayudare no os preocupéis. Dijo Nico intentando dar ánimo a las caras largas de sus amigos.

A primera hora del lunes los nervios de los chicos estaban a flor de piel, gritos en el dormitorio, insultos en el pasillo y patadas bajo la mesa del gran comedor.
En el aula de encantamientos el profesor iba preguntando uno a uno los encantamientos a los alumnos. Aura hizo estallar una silla accidentalmente cuando su varita cayó al suelo por los temblores de esta, Kera hizo que uno de los sapos saliera volando por la ventana y Nico fosilizo una pluma sobre la mesa del profesor la cual acabo astillada.
Pero tras tantos accidentes todos salieron satisfechos al recibir el aprobado.
Tras eso se fueron hacia el aula de defensa contra las artes oscuras, donde uno a uno fueron pasando al aula donde se enfrentaron a un boggart, un dementor y a varias maldiciones que el profesor les lanzaba.
Todos salieron bien, salvo Kera que acabo con el pelo chamuscado y un corte en la mejilla.
- Vamos a la enfermería Kera. Dijo Roger mientras la examinaba el profundo y sangrante corte en la mejilla.
- Estoy bien, no se preocupe.
- Me preocupo, se que estáis cansados y tú la que mas, ya me dijo Severus que habías estado estudiando mucho. Roger insistía en llevarla a la enfermería hasta que esta grito que no quería ir y Roger furioso tiro de ella mientras que los alumnos se quedaban mirando en la puerta la escena, por el camino Severus apareció y al escuchar los gritos de Kera no dudo un momento en frenar a Roger.
- No me regañes Severus, solo la llevo a la enfermería, mira. Agarrando de la barbilla a Kera enseño el corte que derramaba lágrimas rojas sobre la mejilla de esta y goteaba sobre el uniforme. Severus miro enfadado a la caprichosa alumna que ya tenía los ojos inundados en lágrimas.
- Deja ya de llorar Kera. Vamos y no me niegues lo que te pido.
Kera agacho la cabeza y rompió a llorar, tirándose al suelo y golpeando el suelo, Severus y Roger se miraron sin comprender porque de repente la joven se agarraba la pataleta. Snape ni corto ni perezoso se cargo a la muchacha sobre el hombro y camino hasta la enfermería seguido de Roger que no hacía más que desesperar para calmar a la joven.
En la enfermería Madame Pomfrey que tampoco entendía muy bien que pasaba pidió a los dos profesores que agarraran a al joven para poder administrarla casi a presión una poción del sueño que Kera siempre escupía.
Snape no hacia más que gritar y Pomfrey igual, Roger se tapaba los oídos mientras también gritaba desesperado.
- JODER, QUE SE CALLE YA.
Severus agarro la poción y se la bebió agarrando de los pelos a Kera que pataleaba sobre la cama y besándola con fuerza para que se bebiera de una vez por toda la poción.
A los pocos minutos la joven se quedo dormida y fue entonces cuando Madame Pomfrey rompió a llorar.
- ¿Y ahora porque lloras Pomona? Pregunto Roger casi a punto de llorar también.
- No os podéis imaginar lo que conllevan los exámenes, no es el primer caso de un ataque de histeria, pero esta niña tiene unos pulmones increíbles. Roger soltó una carcajada y le paso el brazo por el hombro a Pomona que agradeció el acto. – Gracias profesor, preparare unas infusiones, creo que nos merecemos un poco de paz mientras ella duerme. ¿Severus nos acompañaras?
Severus estaba en shock aun y despertó tras la pregunta de la enfermera. – Si, perdón, yo también tomare algo que me relaje, pero prefiero un whisky antes que un te si puede ser Pomona.
Pomfrey miro perpleja al profesor y se echo a reír mientras caminaba hasta el despacho y sacaba las tazas de té y la botella de whisky de fuego.
- Severus tienes unas cosas que espero que nunca cambien.
Los tres rieron mientras brindaban por que ya se acababan los exámenes.