jueves, 18 de marzo de 2010

Examenes + Estrés = Alta tensión

Comenzaron los exámenes, primero transformaciones con McGonagall, un examen muy sencillo, en el que tenían que transformar una pepita de oro en una cucaracha, una lámpara de aceite en un armadillo y por ultimo una transformación de ropa, a todos les fue bien aunque la cucaracha de Kera brillaba más de lo normal y el armadillo de Kevin perdía aceite mientras caminaba por la mesa, por lo demás el examen salió a pedir de boca salvo cuando uno de los alumnos de Gryffindor al transformar su ropa se quedo tan solo con un taparrabos bastante gracioso.
El siguiente examen fue el de Snape, Kera había estudiado duro las pociones más difíciles con sus amigos y todos tuvieron mucha suerte, solo ellos consiguieron aprobar mientras que la clase estallaba en pestilentes humos verdes y asquerosas viscosidades que se movían a su antojo por los suelos.
Al día siguiente el examen de cuidado de las criaturas mágicas fue bastante curioso, como cuidar de una babosa carnívora, Kera no pudo hacer otra cosa más que echarse a reír cuando vio al bicho en una urna de cristal saco un trozo de tarta de calabaza y lo tiro en la urna demostrando así que lo que más le gustaba a esa babosa eran las calabazas de Haggrid. Eso hizo que la joven aprobara la primera, a los demás tampoco les costó tanto salvo a un par de alumnos que perdieron sus mascotas en el bosque en busca de alimento.
En herbologia no hicieron otra cosa que ir diferenciando una serie de plantas, tanto tiempo en los invernaderos al final había servido de algo.
Astronomía y adivinación pasaron casi inadvertidas al día siguiente, dibujar mapas de constelaciones, orientar algunas estrellas, fijar la situación de los astros, en adivinación solo les quedaba tirar de ingenio, Kera miro fijamente la bola hasta que se aburrió.
- Profesora, el futuro se depara lúgubre. Veo un rayo cayendo veloz sobre una colina, dos caballos que huyen asustados de una fogata en un prado, sin duda significa desgracias, no me cabe duda. Dijo totalmente seria mientras acariciaba la bola y la miraba de reojo.
Tras un suspiro de la profesora y una pequeña lágrima la joven salió sonriente y satisfecha tras el aprobado.
- ¿Qué dijiste? Preguntaron todos en susurros.
- Lo típico, desgracias, truenos y miedo.
Así uno tras otro salieron satisfechos del examen, tras haber inventado diversos futuros.
El fin de semana llego y con ello dos días para preparar los tres últimos exámenes, historia de la magia, encantamientos y defensa contra las artes oscuras, los chicos por primera vez no sabían que temer mas, si la historia o las defensas contra las artes oscuras, encantamientos tampoco iba a ser fácil, por suerte tenían un aula habilitada para los ensayos de encantamientos, entre una nube de anillos de humos y varias explosiones del encantamiento bombarda ya no había modo de ver nada.
Miles de chispas salían de las varitas de un lado para otro, Kera desde un punto lo suficientemente alejado iba lanzando varios cojines a sus compañeros cuando estos eran golpeados por los hechizos.
Después de pasar todo el sábado ensayando hechizos los chicos fueron a la biblioteca a empapar sus pobres cerebros de la eterna historia de la magia, revolución de duendes, hadas problemáticas, elfos domésticos.
- Esto no hay quien se lo trague. Estallo Kevin en voz alta mientras miles de miradas furtivas y asesinas se posaban en la mesa.
- Kevin baja la voz o te asesino. Dijo Yuma mientras le pellizcaba la mano con fuerza.
- Lo siento, lo siento, pero es que no puedo con todo el temario, es un muermo y además no nos va a servir para nada en un futuro.
- Bueno pero es lo que hay, yo tampoco me entero de nada si te consuela. Dijo Kera mientras se comía su ultima galleta y bebía la última gota de zumo de limón que le quedaba. – Chicos yo me voy a ir a ver a Snape, a ver si me ayuda un poco a memorizar algo, hoy dormiré allí si me deja así que mañana nos vemos en el aula de defensa.
Todos se despidieron con la mano mientras Kera salía dando saltos de la biblioteca, por el pasillo fue recitando en voz alta el temario hasta que se choco contra alguien y cayó al suelo de golpe.
- Kera mujer, mira por donde andas. Dijo Snape mientras le tendía la mano para levantarla y se agachaba a recoger los pergaminos. - ¿A dónde vas?
- Iba a verte al despacho, no consigo memorizar nada y quería que me ayudaras un poco.
- Vale ya me han dicho los demás profesores que estas aprobando todo, ya solo te quedan tres exámenes.
- Si pero no me consuela, son los mas difíciles, bueno encantamientos no tanto, pero no sé, no me fio del profesor De Cross. Kera se colgó de nuevo la mochila al hombro y camino junto a Snape hacia las mazmorras.
- No creo que vaya a ser tan difícil, a nadie se os da mal defensa contra las artes oscuras, y Roger os valorara justamente, estoy seguro.
Un gruñido salió de los labios de Kera que ni con las palabras de Snape estaba segura de nada, al llegar al despacho la joven soltó la mochila y se tiro de golpe sobre el sofá, Severus acerco una botella de zumo de naranja y unos vasos y se sentó en el sillón libre junto a Kera, la cual ya tenía la nariz metida entre las páginas del libro.
- Kera, podríamos hablar un poco en vez de estar absorbida por el libro. La joven lo miro de reojo y dejo el libro sobre sus piernas mientras se sentaba en el sillón de una manera más decente. – Ya sé que estas preocupada y tensa pero tampoco es bueno que estés así todo el rato, date un pequeño descanso.
- Bueno, pero que sea pequeño, que nos conocemos y una cosa lleva a la otra.
Severus estallo en risas mientras que Kera se ponía roja como un tomate y bebía el zumo casi sin respirar.
Empezaron a charlar de todo en general hasta que Kera comenzó a protestar por el examen, Severus se sentó a su lado y comenzó a explicarla la lección como si se tratara de un cuento, tras eso le pregunto determinadas cosas del tema a Kera y esta acertó todas las preguntas.
- Ves, no es tan difícil, solo tienes que buscar una manera más amena de estudiar. Kera se acurruco sobre el costado de Snape mientras bostezaba. – Vamos a dormir ya, necesitas descansar, mañana podrás estudiar más. La joven asintió con la cabeza y tras recoger los libros acompaño a Snape al dormitorio casi con los ojos cerrados, nada mas tumbarse en la cama se quedo dormida, Severus le quito la ropa y le puso el pijama antes de acostarse él, la arropo y después de besarla la frente y acercarla a él, el también cayo dormido en un profundo y confortable sueño, muy merecido después de tantos exámenes.

martes, 16 de marzo de 2010

Llamada de auxilio

La joven caminaba por los pasillos del castillo, había decidido ir a dar un paseo antes de hablar con Snape, ni un solo alumno estaba por allí, ya todos se habían ido a dormir o a la biblioteca a estudiar por la noche, a fuera la lluvia comenzó a caer dibujando lagrimas en las vidrieras del castillo, la humedad se colaba por la piedra inundando el castillo de esa sensación de medio paz medio intranquilidad.
- ¿Qué querrá tan tarde Snape? Se preguntaba Kera en voz baja mientras se abrigaba en la bata, sus frágiles pasos se oían como un leve eco en el pasillo.
Kera miraba las vidrieras viendo como las lágrimas de lluvia caían resbalando.
Tomo aire y bajo corriendo las escaleras de las mazmorras con un cierto miedo, se acerco al despacho de Snape y pego la oreja en la puerta, nada ni un ruido, seguramente Snape estuviera en su dormitorio, camino dos puertas hacia adelante y golpeo la puerta con los nudillos, desde dentro una voz la invito a pasar.
Al abrir la puerta una ola de calor proveniente de la chimenea la abofeteo haciéndola sentir un poco mejor.

Snape estaba en su escritorio con varias montañas de pergaminos y libros tan solo levanto la cabeza para regalar una sonrisa a Kera e invitarla a sentarse.
- ¿Qué querías? ¿Han escrito Tom o Cleo?
Snape negó con la cabeza mientras seguía mirando los pergaminos una y otra vez y escribía algo sobre ellos.
- ¿Entonces para que me has hecho venir? Los exámenes están cerca y debería descansar.
- Necesitaba hablar contigo sobre Roger.
Kera se quedo mirándolo como si no comprendiera nada de lo que este decía, Snape retiro algunos pergaminos y coloco los libros en la librería, se acerco hasta la joven y la invito a sentarse en el sofá.
- Si, veras, parece que nadie está contento con Roger, ni alumnos ni profesores, incluso Dumbledor se queja ahora de haberle ofrecido el puesto. Kera seguía mirándolo como si no entendiera. – No me mires así Kera, se que a ti tampoco te agrada, ni a tus amigos, la verdad es que el único que se lleva bien con el soy yo, ya sabes, somos los dos igual de…
- Si lo sé, pero, ¿y qué quieres que le haga? Yo no puedo hacer que a la gente le caiga bien cuando se dedica a molestarnos.
- Eso es, yo también os molesto y sin embargo… Sin embargo a ti te gusto y a tus amigos no les disgusto. No intento salvarle del despido ni mucho menos, tan solo quiero saber qué es lo que no os gusta de él.
- Simplemente como nos trata, ya viste la zancadilla, ni tú eres tan cruel.
Snape beso la frente de Kera y la abrazo con fuerza contra su pecho.
- Yo no quiero molestaros ni mucho menos, solo soy severo para que aprendáis, pero sé que Roger disfruta viéndoos sufrir, y ya le dije que ese no es modo de enseñaros.
- Pues Sev no se qué quieres que yo haga, mientras el no cambie yo no puedo hacer nada.
- Ya lo sé Kera, intentare hablar con él, me gustaría que el día que hable con el estes presente para expresarle lo que piensas.
Kera afirmo con la cabeza aunque no veía ninguna solución.
Tras despedirse de Snape la joven subió las escaleras de la mazmorra y se fue a dar un paseo por los pasillos del castillo pensando en lo que Snape le había dicho. A lo lejos una tos la despertó de sus pensamientos, miro atrás y allí vio al pofresor De Cross
- ¿Qué hace levantada a estas horas?
- Vengo del despacho del profesor Snape, me pidió que fuera para aclarar un tema.
Roger no retiraba ese gesto de enfado hacia Kera, la joven sin embargo lo miraba sin más, como si no fuera con ella la conversación.
- ¿Necesita algo mas o puedo retirarme a dormir ya?
- Está prohibido pasear por los pasillos por la noche, mañana la espero en mi despacho para recibir su castigo.
- ¿Castigo? No puede castigarme sin motivo, no puede ir tratando así a los alumnos, es odioso incluso más que el profesor Snape, todo el mundo le odia, incluidos los profesores, esta a nada de que lo expulsen y si no cambia de actuación no le salvare el culo como amablemente me ha pedido Snape.
Roger frunció el ceño y se quedo blanco mirando a Kera con detenimiento.
- ¿Me quieren echar? Kera afirmo con la cabeza y el gesto enfadado. - ¿Y tu pensabas ayudarme porque Severus te lo pidió? De nuevo Kera afirmo con la cabeza. – Disculpa que sea así, no quiero molestaros es solo que yo no quería aceptar este trabajo, Dumbledore insistió.
- Eso no importa, creo que no eres tan mal profesor, pero debes cambiar. Kera suspiro y se abrazo a ella misma. – Profesor yo me retiro hace mucho frio, y piense en lo que le he dicho.
- Gracias. Roger se dio media vuelta y se alejo, mientras que Kera se quedo mirando desde las escaleras hasta que Roger volvió a voltearse hacia ella. – Ah, olvide lo del castigo, ya hablaremos más detenidamente. Descanse.
Kera sonrió y bajo las escaleras corriendo hasta que llego a la sala común y corrió por la sala hasta los dormitorios de las chicas donde las demás esperaban sentadas en sus camas mientras charlaban animadamente
- ¿Qué quería Snape?
- Nada solo hablar de Roger, me lo encontré cuando volvía y le dije todo lo que pensaba, parece que se dio cuenta de que con su trato no conseguiría nada.
- Kera, no sé como lo haces pero tienes un don con la gente.
Todas se echaron a reír mientras se acurrucaban dentro de las sabanas y seguían riendo y comentando el tema del sustituto de Lupin.
- Deberíamos dormir que mañana tenemos que estudiar chicas.
Las chicas afirmaron con la cabeza y se embozaron en las sabanas, cayendo en los brazos de Morfeo una por una.
En sus sueños solo podían pensar en los exámenes que estaban al caer, tendrían aun una semana y media para poder estudiar, y cada una del grupo era sabia en una materia por lo que tenían ventaja ante los demás alumnos.

Los días pasaron entre aulas, pergaminos, libros, varitas, accidentes y la biblioteca, los exámenes empezaban ya y la tensión y los nervios se respiraba en el ambiente, las caras pálidas de los alumnos y las nauseas estaban a la orden del día y Madame Pomfrey tenía más trabajo que nunca.
Kera y los demás estaban bastante tranquilos, habían estudiado duro días atrás y aunque las ojeras permanecían imborrables en sus caras se sentían con fuerza para aprobar sus exámenes.

El ultimo dia antes de estudiar

A mediados de marzo, el día 12 se dieron a conocer las fechas de los nuevos exámenes trimestrales.
Nico y Kevin corrían como locos por los pasillos agitando en la mano el pergamino con los nuevos horarios para las horas de estudio.
A lo lejos Roger y Severus paseaban en el claustro ingeniando las nuevas travesuras, cuando Nico paso fugaz frente a ellos y Kevin lo seguía a unos dos metros.
- Nico espérate joder, no me hagas correr con el frio que hace se me están helando los pulmones.
Roger extendió su pierna con disimulo justo cuando Kevin pasaba frente a ellos y este salió volando.
- ¡¡Aresto momentum!! En el otro corredor del claustro Kera miraba enfadada a los dos profesores mientras con su varita en alto paraba la caída de Kevin.
Como una furia salto el muro y se dirigió con paso decidido haciendo ondear con furia su capa hasta Kevin al que ayudo a levantarse.
- Saben que está prohibido correr por los pasillos. Dijo insinuante Roger mientras Severus miraba a otro lado como el que no quiere la cosa.
- Peor esta ir haciendo zancadillas a los alumnos y ridiculizarlos solo por mera diversión.
Roger hizo ademan de sacar la varita pero Severus al lado de este le agarro del hombro negando la cabeza, sin darle tiempo a una protesta Kera y Kevin salieron corriendo del claustro atravesando las puertas tras sus amigos.

- Maldito cerdo, gracias Kera.
- No me las des, ¿pero porque corríais los dos?
- Ya nos dieron el pergamino con las horas y aulas libres para estudiar, veníamos corriendo antes de que empezara la nueva clase para decíroslo.
Las cinco chicas sonrieron y abrazaron a los dos chicos mientras entraban en el aula de transformaciones y revisaban las aulas libres.
- ¿Qué os parece si mañana vamos al aula de herbología? Esta libre y así podremos ver las plantas sin preocuparnos de los demás alumnos. Comentaron Miranda y Kevin los más sabios de herbologia.
- Vale genial así nos dais clase privada. Dijo Nico entre risas, seguido por las risas de los demás.

Cuando finalizaron las horas de clase, todos volvieron a sus dormitorios para cambiarse de ropa y bajar al gran salón a comer. Por la tarde podían ir a Hogsmeade a disfrutar de la última tarde libre antes de empezar a estudiar.
- ¿Kera tu sabes que caerá en el examen de pociones?
- Poca cosa se, pero seguro que la poción inflamadora cae y la esencia de Dictamo igual.
- Nos ayudaras ¿no? Todos la miraron expectantes.
- Claro… pero dejad de mirarme así que me dais miedo. Bueno dejemos de preocuparnos ahora por eso y pensemos que hacer esta tarde en Hogsmeade. Yo quiero comprar dulces.
- Vale. Contestaron todos al unisonó.
- Y podemos ir a cenar también. Dijeron Yuma y Aura

Y así después de comer y de recoger los cuartos y planear los próximos días de estudio todos se fueron al pueblo.
Nada más llegar fue a honeydukes donde se compraron dulces para todo un mes, como ellos decían sin azúcar no podemos estudiar.
Kera se separo cuando hubo terminado sus compras y camino hasta Tiros Largos para hacer un encargo de una nueva capa y alguna prenda más y después de esto se reunió en las tres escobas con los demás.
Allí decidieron ir a Zonko y la casa de las plumas, donde todos se compraron por capricho mas que por necesidad una nueva pluma.
- ¿Chicos que os parece esta pluma? Pregunto Kera enseñando una maravillosa pluma de color azul eléctrico.
- Es muy bonita, pero no sé si a Snape le pega ese color.
- ¿Y quién ha dicho que sea para él?
- Bueno en San Valentín no le regalaste nada, es mas ni si quiera lo celebramos porque estábamos todos aburridos de esa fiesta.
- Vale, vale sí, es para él pero no porque no me acordara de regalarle nada, sino porque todas sus plumas están esqueléticas.
Todos se rieron y finalmente caminaron hasta el salón de Madame Tudipié donde bajo el sofocante calor de las velas románticas cenaron juntos en la mesa mas apartada. Podrían haber cenado en las tres brujas, pero allí había demasiado jaleo como para hablar y en el salón sin embargo el silencio era sepulcral, además al ser época escolar no había tantas parejas de estudiantes como de costumbre y eso les dejo hablar tranquilamente y maquinar planes para las próximas vacaciones.
Sobre las diez volvieron al castillo, Filch esperaba en la puerta acompañado de Snape ansioso por despellejar a los chicos, pero Snape por alguna razón desconocida les salvo el pellejo.
- Kera necesito hablar contigo. Dijo Snape en un susurro tras ella.
Kera asintió con la cabeza y tras dejar las compras y la ropa de abrigo en el dormitorio se despidió de las chicas diciéndolas que volvería a dormir.

martes, 9 de marzo de 2010

Roger de Cross

Roger de Cross, fue un niño enfermizo, cada quince días aproximadamente enfermaba y tenia que guardar cama. Su familia bastante adinerada pagaba a profesores particulares para que el joven no perdiese horas de estudio.
Roger pasaba la gran mayoría del tiempo bajo la mirada de sus padres escondiéndose en las paginas de miles de libros.
Sus padres eran los dos distinguidos magos llegados desde Estados Unidos y su hijo no podía llegar menos lejos que ellos, así que siempre lo azuzaban a que fuera mejor que los demás niños de la escuela aun estando enfermo.
Cuando unos médicos magos descubrieron cual era la enfermedad del joven se apresuraron a elaborar una poción milenaria creada por los antiguos magos de la india lo cual elimino de raíz la enfermedad del joven.
A los diecinueve años Roger decidió viajar lejos de sus padres para por fin empezar a ver como era el mundo sin esa jaula de cristal que eran sus padres.
Paso estudiando varios años en Marruecos y El Cairo, a los venticinco años volvió a viajar a China y Japón donde estudio herbologia y mitología.
A los treinta y cinco años viajo a Estados Unidos y América donde realizo estudios de historia y estudio astrología, en América visito varias ruinas y las estudio con detenimiento.
A pesar de ser un buen mago y distinguido después de todos sus estudios, lo que realmente le llamaba la atención eran los múltiples estudios de los muggles por las ciencias ocultas, gemoterapia, reiki, estudio de los sueños… durante todos sus viajes siempre sacaba tiempo para estudiar esas cosas de los muggles y aunque algunas de las cosas le parecían graciosas o absurdas siempre se llevaba alguna sorpresa.
Cuando cumplió los cuarenta y un años volvió a la casa de sus padres para compartir con ellos todos sus conocimientos e historias.
Poco después de llegar a su casa recibió la oferta de Albus Dumbledore para impartir clases en Hogwart, al principio desecho la idea, pero después de entrevistarse con Dumbledor este le hizo cambiar de idea.
Roger no siente mucho cariño hacia los niños ni los adolescentes, quizás a causa de su enfermedad y los insultos y burlas de su infancia.
Es una persona aparentemente seria y estricta, pero en la intimidad es gracioso e irónico.
No se lleva muy bien con Dumbledore debido al carácter jovial de este, pero se lleva muy bien con Minerva y Snape, sobre todo con este ultimo con el cual charlan animadamente de los castigos y sanciones de los alumnos.

- Profesor Snape, no he podido evitar el trato que tiene con la señorita Dubronik, quiero decir, no la grita y trata como al resto de sus alumnos.
Severus frunció el ceño, como muchas tardes Roger y Severus se reunían en el aula de defensa contra las artes oscuras para debatir el dia y los castigos impartidos.
- Vera profesor Cross, la señorita Dubronik como ya le han comentado es una estudiante extranjera y muy capacitada en la magia, además de eso, si, mantengo una relación sentimental con ella, pero eso no implica que deje de castigarla, siempre que hace gracias en mi clase es castigada severamente como el resto de los alumnos.
- ¿Y saben el resto de profesores de esa relación?
- Si, aunque a veces desearía que no lo supieran.
Ambos profesores parecían tratarse como hermanos, nunca discutían y Snape no parecía ser irónico con el.

Mientras tanto los alumnos sufrían de las divertidas ironías y castigos de ambos profesores que se jactaban felices entre los pasillos con guiños complices.

domingo, 7 de marzo de 2010

El sustituto

Las clases comenzaron nuevamente, las cinco chicas se preparaban las nuevas materias duramente, o no. Como siempre se buscaban las maneras de meterse en líos, cosa que se las daba de maravilla.
Kera y Snape seguían viéndose a escondidas en las noches de estudio donde la biblioteca no daba la calidez que la joven quería.
Los fines de semana se los pasaban encerrados en el dormitorio de Snape o en el despacho, a veces dándose mimos y otras estudiando. Kera había descuidado un poco sus estudios a si que Snape se dedicaba a darla clases extra siempre que los demás alumnos no se buscaran sanciones.
- Kera no te lo he dicho, pero vais a tener un nuevo profesor.
- ¿De que?
- Aun no lo se, pero creo que el chucho… digo Lupin va a dejar de dar clases por una temporada, sus crisis en la luna llena cada día lo dejan peor.
- Pero mi poción le estaba haciendo mucho bien, además es un buen profesor, amoldarnos ahora a otro profesor será un autentico rollo.
- No es mi decisión, es la suya.
Kera se quedo en silencio pensando, a los pocos minutos asintió con la cabeza dando la razón a Snape.
Alguien llamo de repente a la puerta Kera se quedo callada en el sillón donde 3 libros descansaban junto a ella. Una seca mirada de Snape y una confirmación de Kera daban a entender que la niña no se metería en la conversión y seguiría estudiando.
La larga melena de Lucius apareció por la puerta con la típica sonrisa que lo acompañaba, Kera saludo con la cabeza y volvió a meter su nariz en el libro ignorando la conversión de los dos hombres.
- ¿Qué vas a hacer entonces Severus?
- Nada, mientras el no me llame no me meteré.
- Ah… pero ese ya no pinta nada, ahora ya no inspira nada, se ha vuelto un cordero.
- Lucius sigue siendo tu señor y como tal debes respetarlo.
- Te estas convirtiendo en el, desde que llego esa niña los dos habéis cambiado.
Kera dejo de leer el libro, se sentía molesta por las palabras del rubio y lo miro enfurecida mientras Snape la sentenciaba con la mirada.
- No decías lo mismo antes, tan solo estas molesto porque ya no eres el centro del mundo, eso es lo único que te molesta.
- Si tu no hubieras aparecido el señor tenebroso no seria Tom ahora.
- Tu le debes lealtad, esa marca en tu brazo lo demuestra, eres el único que no ha cambiado.
Lucius enrojecido de ira no quiso seguir la conversión y se alejo dando un portazo mientras que Severus y Kera soltaban un bufido.
- ¿Por qué el sigue teniendo la marca Kera?
- No tengo una idea clara de porque, pero creo que es porque su corazón sigue siendo negro.
Severus se sentó en el sofá en silencio y escondió la cara tras del libro y los miles de trabajos que le quedaban por corregir aun.

Los días seguían pasando sin cambios, sin cartas de Cleo ni llamadas de Tom, ni una sola lechuza y Albus tampoco les decía nada nuevo.
Si estaba pasando algo ni Severus ni Kera tenían idea de ello.

Kera intentaba amoldarse al nuevo profesor de defensa contra las artes oscuras. Roger de Cross, un estricto y gruñón profesor, aunque muy bueno en su trabajo.
Era mediados de Febrero, pero el frió aun no abandonaba el castillo, las gélidas paredes acompañaban todas las clases de los alumnos.
Kera, Yuma, Aura, Miranda, Sennia, Nico y Kevin se sentaban en los corredores del patio a terminar el trabajo de Roger.
- Va, Kera dejanos copiarte algo del trabajo.
- Ni en sueños, me he pasado una semana entera en el despacho de Snape haciendo el trabajo bajo su mirada asesina y me he ganado mas de un coscorrón por sacar temas que no iban con el trabajo.
- Pero seguro que te ha ayudado. Dijeron Kevin y Nico con un deje de ironía.
- No malinterpretare vuestra ironía, pero no, no me quiso dar ni una ayuda, me dejo mirando sus libros y ni me dijo en cual buscar.

viernes, 5 de marzo de 2010

Las vacaciones se acaban y con ello la diversion, o no...

Por la mañana bien temprano Snape entro en el dormitorio de las chicas gritando como alma que lleva el diablo.
Cleo se escondió bajo la almohada mientras Kera gritaba al unisonó con Snape sin entender ninguno de los dos porque gritaban.
- Un momento, ¿Por qué gritamos como locos? Pregunto Kera mientras se enredaba y desenredaba nerviosa entre las sabanas y Cleo remoloneaba entre las sabanas como un pez.
- Es tarde y vosotras hay remoloneando, tus padres están preocupados.
- Severus, creo que el que se durmió fuiste tú, pues tú estabas encargado de despertarnos. Dijo la voz ahogada por la almohada de Cleo.
Snape enrojeció de ira y saco de la cama a Cleo por un tobillo mientras Kera se reía a carcajada limpia sobre la cama.
- Tú deja de reírte y vístete ya, o nos aparezco a los tres aunque estéis en pijama.
- Esa no es amenaza Sev, solo que entonces deberíamos explicarnos.
Tras cambiarse y despedirse de Tom, Cleo y Kera salieron a los jardines a esperar a Snape.
- Cleo estoy segura de que nuestros padres ya sospechan algo, ¿Qué les diremos?
- Nada, como siempre, diremos que nos fuimos de fiesta al pueblo con Yuma cuando todos se durmieron y que Rosmerta aviso a Snape de que estábamos en el pueblo.
- Ejem, ¿Piensan que las voy a salvar el culo siempre?
- Obvio profe. Contesto Kera con una sonrisa inocente.
- No me mires así Kera, pero si esta vez os salváis, ya hable con Yuma.
- ¿Qué sería de nosotras sin tu legeremancia?
Los tres se echaron a reír mientras Kera y Cleo se agarraban al brazo de Snape para aparecerse en el despacho de este.
Allí dumbledore estaba esperando en el escritorio del profesor jugando con un galeón.
- ¡¡Por fin!! Yuma tuvo que salir en vuestra defensa dijo que estabais duchándoos después de la fiesta.
- Sentimos la tardanza…

Se juntaron todos en el gran comedor, mientras algunos se sonreían complicemente los Dubronik charlaban alegremente al saber que sus hijas estaban bien.

Después de aquella visita a la mansión, no hubo más interferencias en las navidades, el último día de vacaciones todos salieron a pasear por el pueblo, Kera y Yuma compraron los materiales para las clases y Cleo se dedico a mirar tiendas y encapricharse de miles de cosas.
Cuando la tarde empezó a caer se despidieron todos, Yuma y Kera se quedaron un rato mas en el pueblo vigiladas por Severus y ya entrada la noche volvieron al castillo donde los alumnos ya estaban cenando en el gran salón.
Yuma y Kera contaron como habían pasado las navidades en el castillo mientras escuchaban a los demás alumnos.

A las doce de la noche Yuma, Kera, Aura, Sennia y Miranda subieron a su dormitorio y se acostaron en sus cómodas camas esperando al nuevo día de clases.