Comenzaron los exámenes, primero transformaciones con McGonagall, un examen muy sencillo, en el que tenían que transformar una pepita de oro en una cucaracha, una lámpara de aceite en un armadillo y por ultimo una transformación de ropa, a todos les fue bien aunque la cucaracha de Kera brillaba más de lo normal y el armadillo de Kevin perdía aceite mientras caminaba por la mesa, por lo demás el examen salió a pedir de boca salvo cuando uno de los alumnos de Gryffindor al transformar su ropa se quedo tan solo con un taparrabos bastante gracioso.
El siguiente examen fue el de Snape, Kera había estudiado duro las pociones más difíciles con sus amigos y todos tuvieron mucha suerte, solo ellos consiguieron aprobar mientras que la clase estallaba en pestilentes humos verdes y asquerosas viscosidades que se movían a su antojo por los suelos.
Al día siguiente el examen de cuidado de las criaturas mágicas fue bastante curioso, como cuidar de una babosa carnívora, Kera no pudo hacer otra cosa más que echarse a reír cuando vio al bicho en una urna de cristal saco un trozo de tarta de calabaza y lo tiro en la urna demostrando así que lo que más le gustaba a esa babosa eran las calabazas de Haggrid. Eso hizo que la joven aprobara la primera, a los demás tampoco les costó tanto salvo a un par de alumnos que perdieron sus mascotas en el bosque en busca de alimento.
En herbologia no hicieron otra cosa que ir diferenciando una serie de plantas, tanto tiempo en los invernaderos al final había servido de algo.
Astronomía y adivinación pasaron casi inadvertidas al día siguiente, dibujar mapas de constelaciones, orientar algunas estrellas, fijar la situación de los astros, en adivinación solo les quedaba tirar de ingenio, Kera miro fijamente la bola hasta que se aburrió.
- Profesora, el futuro se depara lúgubre. Veo un rayo cayendo veloz sobre una colina, dos caballos que huyen asustados de una fogata en un prado, sin duda significa desgracias, no me cabe duda. Dijo totalmente seria mientras acariciaba la bola y la miraba de reojo.
Tras un suspiro de la profesora y una pequeña lágrima la joven salió sonriente y satisfecha tras el aprobado.
- ¿Qué dijiste? Preguntaron todos en susurros.
- Lo típico, desgracias, truenos y miedo.
Así uno tras otro salieron satisfechos del examen, tras haber inventado diversos futuros.
El fin de semana llego y con ello dos días para preparar los tres últimos exámenes, historia de la magia, encantamientos y defensa contra las artes oscuras, los chicos por primera vez no sabían que temer mas, si la historia o las defensas contra las artes oscuras, encantamientos tampoco iba a ser fácil, por suerte tenían un aula habilitada para los ensayos de encantamientos, entre una nube de anillos de humos y varias explosiones del encantamiento bombarda ya no había modo de ver nada.
Miles de chispas salían de las varitas de un lado para otro, Kera desde un punto lo suficientemente alejado iba lanzando varios cojines a sus compañeros cuando estos eran golpeados por los hechizos.
Después de pasar todo el sábado ensayando hechizos los chicos fueron a la biblioteca a empapar sus pobres cerebros de la eterna historia de la magia, revolución de duendes, hadas problemáticas, elfos domésticos.
- Esto no hay quien se lo trague. Estallo Kevin en voz alta mientras miles de miradas furtivas y asesinas se posaban en la mesa.
- Kevin baja la voz o te asesino. Dijo Yuma mientras le pellizcaba la mano con fuerza.
- Lo siento, lo siento, pero es que no puedo con todo el temario, es un muermo y además no nos va a servir para nada en un futuro.
- Bueno pero es lo que hay, yo tampoco me entero de nada si te consuela. Dijo Kera mientras se comía su ultima galleta y bebía la última gota de zumo de limón que le quedaba. – Chicos yo me voy a ir a ver a Snape, a ver si me ayuda un poco a memorizar algo, hoy dormiré allí si me deja así que mañana nos vemos en el aula de defensa.
Todos se despidieron con la mano mientras Kera salía dando saltos de la biblioteca, por el pasillo fue recitando en voz alta el temario hasta que se choco contra alguien y cayó al suelo de golpe.
- Kera mujer, mira por donde andas. Dijo Snape mientras le tendía la mano para levantarla y se agachaba a recoger los pergaminos. - ¿A dónde vas?
- Iba a verte al despacho, no consigo memorizar nada y quería que me ayudaras un poco.
- Vale ya me han dicho los demás profesores que estas aprobando todo, ya solo te quedan tres exámenes.
- Si pero no me consuela, son los mas difíciles, bueno encantamientos no tanto, pero no sé, no me fio del profesor De Cross. Kera se colgó de nuevo la mochila al hombro y camino junto a Snape hacia las mazmorras.
- No creo que vaya a ser tan difícil, a nadie se os da mal defensa contra las artes oscuras, y Roger os valorara justamente, estoy seguro.
Un gruñido salió de los labios de Kera que ni con las palabras de Snape estaba segura de nada, al llegar al despacho la joven soltó la mochila y se tiro de golpe sobre el sofá, Severus acerco una botella de zumo de naranja y unos vasos y se sentó en el sillón libre junto a Kera, la cual ya tenía la nariz metida entre las páginas del libro.
- Kera, podríamos hablar un poco en vez de estar absorbida por el libro. La joven lo miro de reojo y dejo el libro sobre sus piernas mientras se sentaba en el sillón de una manera más decente. – Ya sé que estas preocupada y tensa pero tampoco es bueno que estés así todo el rato, date un pequeño descanso.
- Bueno, pero que sea pequeño, que nos conocemos y una cosa lleva a la otra.
Severus estallo en risas mientras que Kera se ponía roja como un tomate y bebía el zumo casi sin respirar.
Empezaron a charlar de todo en general hasta que Kera comenzó a protestar por el examen, Severus se sentó a su lado y comenzó a explicarla la lección como si se tratara de un cuento, tras eso le pregunto determinadas cosas del tema a Kera y esta acertó todas las preguntas.
- Ves, no es tan difícil, solo tienes que buscar una manera más amena de estudiar. Kera se acurruco sobre el costado de Snape mientras bostezaba. – Vamos a dormir ya, necesitas descansar, mañana podrás estudiar más. La joven asintió con la cabeza y tras recoger los libros acompaño a Snape al dormitorio casi con los ojos cerrados, nada mas tumbarse en la cama se quedo dormida, Severus le quito la ropa y le puso el pijama antes de acostarse él, la arropo y después de besarla la frente y acercarla a él, el también cayo dormido en un profundo y confortable sueño, muy merecido después de tantos exámenes.
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