lunes, 23 de junio de 2008

En la enfermeria

Severus permanecía en su despacho, estaba molesto y enfadado consigo mismo, ¿cómo podía haber hecho semejante barbaridad a la mujer que más quería?, sin embargo no se atrevía a ir a la enfermería por temor a las represalias del director.
Snape estaba ausente, mirando a la nada, pensando el daño que había hecho y en el lio en el que se había metido, de repente llamaron a la puerta, pero Severus estaba tan concentrado en sus pensamientos que no oyó el llamado.
Albus entro con cuidado y vio a Severus con la mirada perdida y con cierta angustia además de un gran enojo.
- Severus, ¿te encuentras bien? Pregunto Albus.
- ¿Qué, cómo? Contesto Snape sorprendido. – Perdona, no te he oído entrar.
- Lo sé, estas demasiado ocupado en pensar lo que has hecho, que no te importa nada que este fuera de ella. Dijo el director mirando al muchacho con lastima.
- Yo… Siento mucho lo que ha sucedido. Dijo Snape con angustia. – En serio, no era mi intención causar tal lio, perdí los estribos. Siguió hablando hasta que comenzaron a brotarle lágrimas.
- Severus, no llores. Dijo Albus acercándose a él para calmarlo y darle ánimos.
- Pero, ¿ella está bien, esta fuera de peligro? Dijo mirando con dolor y lagrimas al viejo hombre.
- Si, está bien. Dijo golpeando con cariño el hombro del joven. – Deberías ir a verla.
- Pero… Seguro que no me quiere ver. Dijo con frustración. – Seguramente ahora me odie y no quiera saber nada más de mí.
- Severus, si de verdad tú la quieres y ella te quiere a ti… Dijo Albus mirando seriamente a Snape. – Estoy seguro de que acabareis arreglándolo.

Severus no se despidió del director y salió corriendo del despacho, corría lo más rápido que podía, lo único que tenía en la cabeza era pedir perdón a Kera y por fin decir lo que sentía por ella.
Cuando llego a la puerta de la enfermería, respiro hondo y se armo de valor para entrar. Y allí estaba ella, tumbada en una cama con los ojos cerrados, seguramente se habría dormido.
- Acaba de dormirse. Dijo la enfermera. – Os dejare a solas, cerrare con llave para que nadie os moleste. Continúo diciendo al profesor. – Volveré para traer la cena, también traeré para usted, no se preocupe por nada.
La señora Pomfrey salió de la enfermería cerrando con llave, Severus se quedo de pie en medio de la enfermería, no se atrevía a acercarse a ella, por primera vez en su vida estaba aterrorizado, pero en el fondo necesitaba hablar con ella.
Poco a poco se fue acercando a la cama de la chica, iba lento, con precaución, no quería despertarla y que esta se sobresaltase, quería poder calmarla.
Se sentó a lado de la cama y acaricio el pelo de la niña hasta llegar a la mejilla de la muchacha, esta se removió y abrió lentamente los ojos.
- ¿Sev, eres tú? Pregunto con una voz ronca.
- Lo, yo, lo, lo siento mucho, perdona lo que he hecho, no…
Kera lo silencio con su mano, y Severus sintió un escalofrió en cuanto los dedos de la niña rozaron sus labios, necesitaba besarla, decirla que la amaba, que quería estar con ella y que nada le importaba más que ella.
- No hace falta que te disculpes. Dijo Kera incorporándose en la cama. – Fue culpa mía, además, se que estas arrepentido de lo que ha sucedido.
Severus comenzó a llorar en silencio, Kera se sorprendió y le sonrió con dulzura.
- Sev ¿tanto te cuesta mostrar tus sentimientos? Dijo la chica acariciándole la mejilla.
Snape, no aguantaba más, se acerco con precaución a Kera, tomo el rostro de la chica con las manos y el beso con mucha dulzura, Kera se aferro al cuello de su profesor y le devolvió el beso.
- Kera, te amo, te amo mucho. Dijo avergonzado. – Siento no habértelo dicho antes, pero hacía mucho tiempo que no sentía esto y tenía miedo.
- Shh, no hables ahora, yo también te quiero.
Los dos volvieron a besarse, Severus se quito la túnica y se sentó en el borde de la cama, Kera se tumbo invitando al profesor a que la acompañara.
Severus estaba excitado, necesitaba tenerla entre sus brazos, y lentamente se recostó sobre la chica, ella acaricio su cara bajando hasta el pecho, cada vez que las manos de la chica lo rozaban se volvía como loco.
- No, no me malinterpretes, pero no quiero hacer algo de lo que luego me arrepienta. Dijo Severus sin atreverse a acariciar a la chica.
- ¿Te arrepentirías de expresarme tu sentimientos? Dijo Kera.
- No. Contesto Severus con seriedad. – Me arrepentiría de acostarme contigo y que luego las cosas no fueran bien y que tú te arrepintieras de acostarte conmigo.
- Si yo me fuera a arrepentir no te habría dejado que me besaras y no te habría incitado a que te recostaras sobre mí. Dijo Kera desabrochado los botones superiores de la camisa de su profesor. – Sev, quiero que suceda, quiero sentirte dentro de mí. Dijo besándole en el cuello.
Severus sintió tan profundo el beso de su alumna que no pudo resistirse, la tomo por la cintura y coló su mano por la camiseta que llevaba.
- Espero que no te arrepientas, porque cuando empiece no voy a parar hasta quedarme satisfecho y me va a dar igual que llores o grites, si hace falta te amordazare, pero no me voy a detener hasta llenarte de mí. Dijo Severus tomándola posesivamente y acercando el cuerpo de la chica hacia él.
La niña trago saliva y Severus se abalanzo sobre ella, quitándola con furia la camiseta y besándola con pasión todo el cuerpo.
En el fondo Kera estaba asustada, aunque también excitada. Lo que Snape no sabía era que Kera era virgen, pero Kera tampoco se atrevía a decírselo.
Severus estaba muy bruto y brusco y no tardo en demostrarlo, antes de que Kera se diese cuenta Sev ya la había quitado el sujetador.
Besaba con delicadeza los pechos de la chica, y está cada vez que los labios de Snape la rozaban sentía un fuerte calor. Severus se quito los zapatos y la camisa y se coloco encima de Kera, esta se sorprendió y comenzó a temblar ligeramente, Severus lo noto, pero ya no había vuelta atrás, ya se lo había advertido y ella no lo había detenido. Con un poco de dificultad se quito los pantalones y comenzó a besar el vientre de la niña, de nuevo subió a su boca y recostó su cuerpo entre las piernas de Kera, en cuanto Severus se tumbo sobre ella esta dio una pequeña sacudida, notaba la erección de su profesor y el calor que esta desprendía.
- ¿Qué sucede? ¿Tienes miedo o te arrepientes? Dijo acariciándola. – ¿O son ambas?
- No, no es, no es nada, es solo que… bueno da igual. Tartamudeo esta.
- ¿Y pretendes que me lo crea? Dijo mirándola con unos ojos amenazadores a la vez que acercaba sus manos a las braguitas de la chica. – ¿Qué pasa, tienes miedo? Dijo de nuevo acercando su boca a la entrepierna de la chica y comenzando a bajar las braguitas.
- Para, por favor para. Dijo asustada.
- Te he dicho antes que no iba a atender a tus suplicas.
Quito las braguitas a la niña y acaricio con dulzura, acerco su boca y la beso con mucho cariño.
- No, por favor no, lo digo en serio. Dijo tapándose con las manos.
- Quita las manos Kera. Dijo agarrando las manos de la muchacha con una mano y con la otra comenzando a acariciar con más ímpetu.
Kera se removió y Severus se levanto arrastrándola con fuerza, se sentó con las piernas abiertas detrás de Kera e inmovilizándola las manos a la espalda, comenzó entonces a masturbar a la muchacha, esta se removió pero Sev la tenia bien atrapada, Kera comenzó a llorar, pero Severus no la escuchaba, comenzó a besarla en el cuello y a acariciarla el pecho a la vez que la masturbaba con delicadeza pero profundidad, hasta que se dio cuenta de las reacciones de la niña, entonces se paró en seco y soltó a la chica, se levanto y se sentó frente a ella.
- ¿Por qué no me habías dicho que eras virgen? Dijo acercándola la ropa.
- Me daba vergüenza. Dijo llorando y tapándose. – Pensé que si te lo decía no querrías estar conmigo.
- ¿Eres tonta o qué? Yo no pretendo acostarme contigo a la fuerza, quiero que tu también quieras, no quiero que te veas obligada a satisfacerme. Dijo abrazándola y besándola en la frente.
Kera comenzó a llorar más y se abalanzo cobre Snape, comenzó a abrazarlo con fuerza y a besarlo con euforia.
- Gracias por entenderlo. Dijo besándolo con cariño.
- No te preocupes. Dijo con calma y luego gruño.
- ¿Y ahora qué pasa? Dijo mirándole con intriga.
- Nada, no te preocupes. Dijo mirándose la entrepierna.
- Ah, es por eso, ¿puedo hacer algo para ayudarte? Dijo inocentemente y ruborizada.
- Pero que mojigata puedes llegar a ser. Dijo dándola un pequeño golpe en la cabeza. – Esto solo baja con sexo. Dijo medio enfadado medio cómico.
Kera se sonrojo de tal manera que hasta su cuello y hombros cambiaron de color. Severus se acerco a su oído y la susurro algo que hizo que aun se sonrojara más.
- Mas adelante harás que no me pasen estas cosas, estoy seguro de que vas a saber satisfacerme, aunque no te negare que me habría gustado que me hicieras un pequeño favor.
Los dos se rieron y después de eso se vistieron, hasta diez minutos más tarde Severus no consiguió que su erección descendiera.
Kera volvió a tumbarse, la dolía un poco el pecho, y es que las heridas que tenía en el pecho por culpa de la maldición no tenían buena pinta.
- ¿Quieres qué te haga una cura? Dijo Desabrochando los primeros botones de una camisa que habían encontrado a los pies de la cama.
- ¿Qué haces? Dijo golpeando las manos de Snape.
- Mirar las heridas para curarlas, ¿qué pasa? Dijo mirándola fijamente. – Antes te he desnudado y no has puesto trabas y ahora te vergüenza, ¿o qué?
Kera no dijo nada, tan solo se molesto con lo que Snape había dicho, se recostó hacia un lado y se tapo hasta el cuello.
Severus rio por lo bajo, se acerco a la cama y se tumbo al lado de Kera susurrándola al oído.
- ¿Tanta vergüenza te da, el que te vea desnuda? Dijo acariciándola la cintura. – Acabo de verte desnuda, te he besado y tocado.
- Vete. Dijo la niña con una voz llorosa.
- No me voy. Sentencio enfadado el profesor. – He venido a disculparme, y me encuentro que por poco te acuestas conmigo y ahora te da pánico que te desabroche unos botones para curarte unas heridas. No hay quien os entienda a las mujeres.
Finalmente se levanto, fue al despacho de la señora Pomfrey y cogió la poción y los ungüentos para currar a Kera. La niña volvió a negarse y Snape se vio obligado a ponerla boca arriba a la fuerza.
- Por Merlín, Kera compórtate. Dijo colocándose sobre la muchacha y agarrando las muñecas de la niña. – Te doy dos opciones, por las buenas, te desabrocho la camisa y te curo, o por las malas utilizo mi varita y te inmovilizo. ¿Qué eliges?
La chica miro con resignación y dejo de removerse, Severus aprovecho su victoria y no solo desabrocho un par de botones, destapo por completo el torso de la chica, Kera sentía vergüenza, tanta que no se atrevía a mirar a su profesor.
- Puedes mirarme, no muerdo, bueno depende de la situación. Dijo con sarcasmo.
Kera lo miro enfadada, frustrada y resignada. Pero finalmente dejo que las expertas manos de su profesor curaran sus heridas, finalmente Severus incorporo a la chica y la vendo el pecho.
- Bueno de esta manera las heridas no se abrirán, aunque apenas se te va a notar el pecho. La chica gruño y derramó una lágrima. – Míralo de la manera positiva… pero no termino la frase porque Kera encolerizo rápidamente.
- ¡¡¿¿PARTE POSITIVA DICES??!! DIME UNA MALDITA COSA POSITIVA DE TODO ESTO. Dijo con rabia a la vez que intentaba pegar a Snape.
- QUIERES QUE TE DIGA LO POSITIVO DE ESTO. Grito también agarrando con fuerza las muñecas de la chica. – QUE POR UNA MALDITA VEZ EN LA VIDA HE DICHO LO QUE SENTIA.
Severus se levanto ofuscado y de mal humor, se dirigió con rabia hacia la puerta, pero justo cuando se disponía a abrir la puerta alguien lo agarro con fuerza apoyando unas dulces manos sobre su pecho.
Severus se volteo y vio a Kera llorando desconsolada, la cogió en brazos y la tumbo en la cama.
- No hace falta que digas nada

jueves, 12 de junio de 2008

Un mal día


Tras el encuentro con Voldemort no volvieron a tener noticias ni de Lucius ni de Voldemort, Kera por fin se instalo en su sala común junto a Sen, Miranda, Yuma y Aura, las cinco chicas fueron haciendo una amistad muy fuerte y Kera comenzó a ser menos fría de lo que era antes.
Realmente los Slytherin no eran tan malos como los pintaba su hermana ni como decía el resto de Hogwarts.
El invierno comenzaba a entrar, eran mediados de octubre y se notaba el frio en las mazmorras, era la parte más fría del castillo junto con los invernaderos, las clases de pociones se hacían eternas incluso para Kera.
Normalmente, las ultimas horas de clase habían sido sustituidas por las de pociones, así que siempre después de comer bajaban rápidamente para no llegar tarde a clase, Kera comenzaba a odiar esas dos horas tan intensas en las que, una de dos o se morían de frío o por el contrario se asfixiaban del calor producido por las llamas que calentaba y hervían las pociones.

Kera se aburría soberanamente en las clases pues tenía más que aprendidas las lecciones, así que de vez en cuando se las apañaba para reventar los calderos de los demás alumnos de Gryffindor lanzando desde su sitio algún ingrediente que no iba bien con la poción, Severus siempre acababa castigando a los Gryffindor hasta que un día Kera metió la mata al lanzar uno de los ingredientes y fue a parar al caldero de un alumno que estaba revisando Snape, como no el caldero reventó y la poción baño al profesor por completo, este se giro hacia Kera y la grito de una manera que habría sido mejor meterse en el caldero y ahogarse.
- ¡¡¡DUBRONICK, ESTA ME LA VA A PAGAR Y CON CRECES, VOY A HACER QUE LAMENTE SUS MALDITAS BROMITAS HASTA QUE ACABE LOS DOS AÑOS QUE ESTUDIE AQUÍ!!! Grito Snape poniéndose rojo de ira, y empezando a hincharse le la cara. – ¡¡¡BUSQUE INMEDIATAMENTE UN ANTIDOTO PARA ESTO O HARE QUE SU CUERPO PAREZCA UN CAMPO DE HARADO DESPUES DE LAS MALDICIONES QUE LE LANCE!!!
Kera corrió velozmente con la cara roja y lagrimas cayéndola por el rostro, fue corriendo hasta el almacén privado de Snape y recogió una pequeña piedra. Después volvió al aula donde los alumnos permanecían en pie y callados, Kera se acerco hasta el profesor y le dio la piedra.
El profesor se metió el bezoar en la boca y al poco recupero la normalidad en el rostro.
- Veo que por lo menos sirve para algo. Dijo abofeteándola con brutalidad y haciendo que la chica se golpease contra la mesa de uno de los alumnos. – Levántese inmediatamente y póngase frente a mí. La niña se coloco delante del profesor tapándose con la mano la bofetada que había recibido. – ¡¡SECTUSEMPRA!!
Kera recibió la maldición directamente en el pecho y cayendo al suelo con varias heridas que tenían muy mala pinta. Severus sin embargo no se arrepintió de su acto, siguió con la varita en mano de una forma amenazadora. De repente un alumno corrió hacia el profesor haciéndole un placaje y consiguiendo que la varita de este volara y fuera a caer a manos de otro alumno.
Las compañeras de Kera corrieron a socorrer a su amiga la cual yacía en el suelo llorando y gimiendo de dolor y además sangrando por las heridas.
Severus se levanto y los alumnos se interpusieron entre las chicas y el profesor.
- ¿A caso todos desean corres la misma suerte que esa niña estúpida? Dijo el profesor mirando al muchacho que lo había golpeado.
- No es eso señor, pero creo que Dubronik ha recibido su escarmiento. Dijo el muchacho.
- ¿Realmente cree eso señor Rusell? El muchacho afirmo con la cabeza y pánico en la mirada. – Vale, llévense a esa estúpida donde no pueda verla, de lo contrario… Y no terminó la frase se giro al alumno que poseía su varita y gruño. – Deme mi varita señor Lux.
- No hasta que Dubronick no esté fuera de su alcance.
El chico Rusell se acerco a Kera y la tomo en brazos, saliendo del aula escoltado por las cuatro muchachas.
- Tome su varita. Dijo Lux lanzándosela al profesor y corriendo tras los muchachos que seguían a Kera.

- Rápido Nico debemos llevarla a la enfermería. Dijo Yuma con lágrimas en los ojos.
- ¿Y cómo se lo explicamos a Pomfrey? Dijo una voz al fondo.
- ¿¡Kevin!? Dijo Sen abrazándole. – Gracias por hacernos ganar tiempo.
- Kevin tiene razón, no podemos llevarla en este estado a la enfermería, sospecharían algo. Dijo Miranda temblando.
- Creo que deberíamos hablar con el director. Dijo Nico Rusell con Kera en sus brazos.
- Pero, ¿y qué dirá el director? Pregunto Kevin Lux acercándose a la chica y mirándola con pena.
- Ahora eso da igual. Tenemos que ayudarla. Dijo Sen llorando.

Los seis chicos corrieron con Kera en brazos hasta el despacho de Dumbledore.
- Tenemos que hablar con el director urgentemente, ella está muy mal. Dijo Nico hablándole a la gárgola.
- Adelante. Contesto la gárgola y dejo ver las escaleras que daban al despacho del director.
- Señor tenemos que hablar con usted es muy urgente. Dijo Nico mientras Kevin golpeaba a la puerta.
- Pasad. Dijo la voz del director tras la puerta.
Kevin abrió la puerta y dejo que Nico y las chicas pasasen, en cuanto Dumbledore vio a Kera entre los brazos del joven abandono su silla y les indico que la tumbaran en un sofá.
- ¿Qué ha sucedido? Pregunto el director acariciando la frente de la muchacha.
- Kera intento gastar una broma en clase de pociones, la cosa salió mal y Snape se enfado. Dijo Kevin intentando contenerse. – Primero la abofeteo y después…
- ¿Y después qué? Pregunto nervioso el hombre,
- Después, lanzo una maldición contra ella, sino llega a ser por el señor Rusell habría acabado con ella.
El director miro a las niñas que se abrazaban y lloraban en silencio, mientras que los dos chicos permanecían de pie cada uno al lado del director.
- ¿Por qué no la llevaron a la enfermería?
- Pensamos que quizá la gente sospecharía, entonces Snape se enfadaría más con ella y decidimos recurrir a usted. Dijo Kevin.
- Me parece buena idea, pero yo no puedo hacer mucho, les acompañare a la enfermería y hablare con la señora Pomfrey.
Esta vez Kevin tomo en brazos a Kera, caminaron tras el director y cuando llegaron a la enfermería esperaron impacientemente hasta que Madame Pomfrey les hecho de la enfermería y cerró la puerta con llave quedándose dentro Kera, el director y ella.
Los chicos decidieron volver a la sala común, al fin y al cabo ellos habían hecho más de lo que podían, caminaron cabizbajos durante un rato hasta llegar a las escaleras de caracol que conducían a las mazmorras.
Cuando se encontraban cerca del aula de pociones redujeron el paso para hacer el menor ruido posible para que Snape no les sintiese.
- ¿Se puede saber a dónde van con tanta precaución? Pregunto Snape desde la puerta entreabierta.
Los chicos se pararon en seco y Snape los “invito” a entrar en el aula.
- ¿Dónde está Dubronik? Pregunto amenazante a los dos hombres.
- No se lo diremos. Dijo Kevin dando un paso hacia atrás. – Si usted lo sabe ira a por ella de nuevo.
- ¿Piensa eso realmente? Camino veloz hasta los chicos mirándolos con furia. – Esta es la última vez que lo pregunto, ¿dónde está?
- En la enfermería, con el director. Dijo Sen enfadada. – Vámonos chicos, paso de estar aquí.
Los chicos no dudaron un momento y salieron del aula hasta llegar a su sala común.