domingo, 13 de septiembre de 2009

El gran secreto.

Severus corrió hacia Kera asustado, comprobando que ella estaba bien se levanto e hizo una inclinación al señor tenebroso. Kera aun arrodillada agacho la cabeza entre avergonzada y asustada.
- Eres rápida Kera, y eso es muy bueno. Kera aun sin atreverse a levantar la cabeza tragaba saliva y reparaba acelerada. – Levántate, no temas mujer. La joven se levanto y susurró un disculpe. – Tranquila, estas disculpada.
Severus tomo en brazos el cuerpo de Cleo que finalmente había caído inconsciente.
- La llevare a un sitio donde pueda descansar. Dobby. El elfo apareció y camino al lado de Snape en silencio.
- ¿Me acompaña señorita? Dijo el señor tenebroso ofreciendo su brazo. - ¿Por qué se apareció tu hermana Kera?
- No se señor, lo único que sé es que estaba asustada, solo pude ver su cara de horror al agarrarse a mi brazo.
- Quizá viera a alguien o algo que la asusto y corrió a refugiarse en ti.
- Puede ser, pero no lo sabré hasta que no despierte.
Ambos caminaron hasta la mansión y entraron al salón donde una humeante taza de cacao esperaba.
- Es para ti querida, por el susto y mal trago.
- Muchas gracias señor. Dijo tomando la taza en sus manos. - ¿De qué quería hablar conmigo señor?
- Mas que nada quería ver como estabas. Sé que te estás esforzando en clase y eso me alegra, quería ofrecerte un entrenamiento intensivo en hechizos. Creo que tienes un gran potencial y deberías explotarlo. Kera escuchaba atenta y en silencio. - ¿Qué te parece mi ofrecimiento?
- Me complace, pero preferiría esperar a ver qué opina Severus de ello.
- Me parece bien y acertado y mas estando conmigo, muchos querrán atacarte a ti para hacerme caer a mí.
- Entonces acepto señor.
Charlaron largo y tendido hasta que un grito de Cleo les hizo correr a ver que sucedía.
Cleo varita en mano apuntaba a Draco, el cual también estaba con su varita preparada, el señor tenebroso se interpuso entre ellos y Draco bajo la varita, Cleo volvió a gritar y temblo aun mas asustada mirando con horror a su hermana.
- ¿Kera, hermana estas bien?
- Si, baja tu varita.
- Pero, pero él, el es…
- Si, escúchame baja la varita por tu bien. La joven guardo la varita y reculo sus pasos hasta chocar con la cama en la que Snape la había depositado. – No digas nada de esto, no deberías estar aquí.
- Estas viva de milagro. Dijo el señor tenebroso.
- ¿Pero porque estas con ellos, con Draco, con él?
- Es largo de explicar, cálmate y a su debido tiempo te lo contare.
- Si me permiten puedo hablar con ella y explicárselo todo. Cleo negó con la cabeza y Draco y Snape desaparecieron, tan solo Kera y el quedaron para explicar todo.
Finalmente Cleo pudo medio entender, y decidió guardar el secreto.
- Si lo prometo hermana, no diré nada, pero con la condición de que ni Lucius ni Draco se acerquen a mí.
- Eso está hecho hermana.
El señor tenebroso esbozo una sonrisa, que a pesar de sus facciones viperinas demostró ser sincera y calmada.
En el salón Severus sentado con Draco y Lucios esperaban a las chicas y al maestro.
- Todo solucionado caballeros, señoritas tomen asiento a mi lado. Y ahora el tema, he pactado con Albus Dumbledore. Todos miraron desconcertados. – Si ahora colaboraremos, tuvimos una larga charla, y debo comunicar que ha aparecido un mago oscuro, uno aun peor que yo.
- Eso es imposible señor, nadie puede superarle.
- Cállate Lucius y no interrumpas. Kera poso la mano en el brazo de Voldemort y lo miro. – Dime Kera que sucede.
- ¿Es alguien como yo verdad?
- Así es, es un mago poderoso, Albus lleva años en silencio buscándolo y cuando lo ha encontrado ha sido vencido, yo mismo me enfrente con él hace poco y fui vencido.
- ¿Señor puedo preguntar algo?
- Dime querida.
- Su voz, ya no sisea señor.
- Cierto, muy bien en percatarte de ese detalle. Este mago es tan poderoso que es capaz de arrebatar poderes, ahora mismo ya no puedo hablar parcel, Nagini ha huido y se ha escondido. Los tres hombres se agarraron al sofá en el que estaban sentados y miraron incrédulos. – Anoche mismo hable con Albus, para que os hagáis una idea de lo poderoso que es hemos tenido que recurrir a la ayuda muggle para poder localizarlo, pero no tenemos gente que pueda ayudarnos, y en eso entra la hermana de Kera, por ello fueron invitados sus padres a Hogwarts. Lo que me extraña es que Severus no te extrañases de la aparición de esta mañana de Lucius.
Severus esbozo una mueca de dolor y espanto, y era normal, ni Kera ni él se habían dado cuenta de que si el castillo hubiera estado bajo los hechizos de Dumbledor nadie puede aparecerse en el castillo.
- Bueno no pasa nada, Cleo ¿sabes usar ordenadores? Pregunto Voldemort.
- Si claro, estoy estudiando cosas muggles ahora y la informática es de mis preferidas.
- Perfecto entonces. Necesito que me acompañes.
Ambos salieron en silencio del salón y se perdieron por la gran mansión. Severus que aun miraba extrañado se sentó con Kera en el sofá y esta se acurruco entre sus brazos, de pronto la figura de Albus Dumbledore se apareció en el salón, los dos Malfoy se espantaron y sacaron su varita, Albus simplemente los miro y ellos bajaron la varita.
Severus y Kera aun acurrucados en el sofá y con cara de haba miraron a Albus.
- Gracias por la nota Severus.
- De nada… supongo.
- Kera hoy os quedareis aquí tu y Severus ya os cubrí con tus padres. ¿Por cierto donde esta Tom?
- Ni idea, se fue con Cleo.
- A vale están en el sótano entonces, iré a verlos vosotros os podéis retirar, Lucius y Draco también os podéis ir.
Los dos Malfoy abandonaron casi corriendo la estancia, Severus y Kera se quedaron embobados y vieron como Albus también se iba.
- ¿Qué hacemos ahora? Pregunto Kera sobre el pecho de Snape mirándolo.
- No sé. Y este agacho la cabeza hasta rozar sus labios con los de la chica. - ¿Quieres que paseemos por los jardines de la mansión?
- Hace frio y ya es muy tarde. La chica se abrazo al cuerpo de Snape y descanso la cabeza sobre su pecho. – Quiero ver a mi hermana, me da miedo todo esto.
- Lo sé, a mi también, parece que esos dos dejaron sus diferencias de lado ahora parece que siempre se hubieran llevado bien y mientras tanto yo sigo teniendo esta marca.
Severus se subió la manga del jersey gris y pudo contemplar que la marca ya no estaba, asustada y pensando que se había equivocado levanto la otra manga, pero el brazo estaba igual de pálido sin marca alguna.
- ¿Desapareció?
- Así es, ahora que no puedo hablar parcel parte de la humanidad me ha vuelto, y me he dado cuenta de mis errores, pero ya es tarde para arreglarlo.
- Tranquilo Tom, si estás arrepentido de lo hecho es un paso, y si nos ayudas con esto sabes que el ministerio lo tendrá en cuenta.
- Si Albus pero acabare en el mismo sitio, aunque el ministerio lo entienda y tu también, el resto del mundo mágico no lo entenderá nunca.
- Bueno ahora no pienses en eso, lleva a Kera a ver a su hermana y descansa, yo hablare con Severus.
Tom ofreció su brazo nuevamente a Kera la cual acepto, pero antes se despidió con la mano de Albus y guiño el ojo a Severus mientras le lanzaba un beso.
Caminaron por los pasillos de la mansión y antes de llegar a las escaleras que bajaban al sótano, Tom invito a Kera a pasar a un pequeño saloncito.
- Necesito hablar contigo Kera.

viernes, 11 de septiembre de 2009

Un encuentro inesperado... o dos...

Por fin en Hogsmeade Cleo y Kera caminaban tras Snape, ellos tres iban los últimos mientras que los demás profesores, Yuma y los padres de Kera charlaban animadamente.
Kera y Cleo iban susurrándose cosas.
- ¿Ya os perdonasteis?
- Si, ya te lo dije antes, hablamos y bueno le pedí disculpas por solo pensar en mi.
- A bueno, me alegro, papa estaba muy furioso.
- Ya me imagino y Sev, le metí en un buen lio.
Finalmente llegaron a las tres escobas, Yuma y Kera tragaron saliva cuando Rosmerta corrió hacia ellas y las abrazo, los profesores miraron extrañados y comenzaron a murmurar.
- Bienvenidas y bienvenidos, me alegra veros de nuevo niñas, anoche lo pase muy bien con vosotras, me rei mucho y recordé tiempos en los que yo era joven.
Quizás fueron las palabras de agradecimiento de Rosmerta, pero inmediatamente todos los profesores y los padres de Kera sonrieron, Yuma y Kera respiraron aliviadas con esa reacción y pronto todos juntos a la mesa comenzaron a charlar y reír acompañados de unas cervezas de mantequilla, jarras de hidromiel, Severus con su whisky de fuego y más bebidas.
Pasado un rato salieron a pasear por el pueblo y a hacer diversas compras, cuando la tarde se hizo noche Severus quiso disculparse.
- Esto yo tengo que ir al cabeza de puerco.
- Saluda a mi hermano Severus. Comento el director.
- Si claro, lo hare.
- ¿Puedo acompañarte Severus? Pregunto Kera haciendo ojitos a Severus con disimulo.
- Bueno… si quieres venir, pero te vas a aburrir y además están tus padres.
- No se preocupe si ella quiere ir dele el capricho. Dijo la madre de Kera alegremente.
- No me gusta dar caprichos a Kera pero bueno esta vez hare una excepción.
Kera se agarro del brazo de Snape y sonrió a su hermana, ambos caminaron hacia las afueras del pueblo en dirección al cabeza de puerco mientras que el resto seguía con sus animadas charlas.
- ¿Para que querías venir?
- Porque supongo que has quedado, y si el señor tenebroso quería verme no debes hacerle enfadar.
- En realidad no he quedado con nadie, solo esperaba encontrarme por casualidad, pero bueno me parece bien que vengas y seas responsable en esa cuestión.
Llegados al cabeza de puerco Severus se acerco a la barra y pregunto a Abe si habían preguntado por el o por la muchacha.
- Pues no Severus, no ha pasado nadie por aquí.
- Vale, bueno pues en un rato volveremos, tengo que ir a hacer unos pedidos.
- De acuerdo, nos vemos.
Severus hizo un gesto a Kera y esta lo siguió a la calle.
- ¿Y bien?
- Nadie ha preguntado por nosotros, ¿te apetece que demos un paseo y luego volvamos?
- ¡Claro!
Juntos, ella agarrada del brazo de Severus, caminaron por los campos helados que adornaban ambos lados del camino.
Charlaban animadamente hasta que Severus se soltó de Kera y la abrigo con su brazo dándola un beso en la cabeza.
La noche se hacía más profunda y Kera castañeaban de frio.
- Volvamos, te vas a enfriar.
Kera afirmo con la cabeza y se acerco mas a Severus, cuando llegaron de nuevo al cabeza de puerco Kera corrió hasta la chimenea a calentarse mientras que Severus pedía un par de whiskys templados para entrar en calor.
- Ponme dos Whiskys de fuego templados por favor.
- Ahora mismo, por cierto vino alguien preguntando por ti y por la chica.
- ¿Quien?
- Ni idea, iba embozado en una capa con capucha, no pude verle la cara.
Severus se sentó con Kera y le comento lo de que les estaban buscando, Kera no dijo nada, simplemente escucho mientras se tomaba el whisky.
Al cabo de media hora en la que los dos permanecieron en silencio haciéndose carantoñas entro un encapuchado que se sentó a la mesa con ellos.
- Hola tortolitos.
Kera miro con enfado y contesto secamente.
- ¿Qué pasa Lucius?
Lucius se quito la capucha mostrando sus cabellos lisos y rubios.
- El señor tenebroso está impaciente Severus, lo estás haciendo esperar demasiado.
- Ya dije que iría a la media noche.
- Pero es urgente.
- Vale, vale. Iremos ahora. Dijo con un bufido. – Kera por favor ve a pagar la cuenta. Dijo entregando el dinero a la joven.
Ella se levanto sin cambiar el gesto y miro la nota que acompañaba el pago, se lo entrego a Abe y le hizo un guiño señalando con la mirada a Snape.
Mientras tanto Lucius había salido por la puerta dejando a Severus con la palabra en la boca.

En otro lugar de Hogsmeade… Yuma y Cleo hablaban animadamente y despreocupadamente hasta que una voz tras ella las saco de su diversión.
- Pero bueno, ¿que ven mis ojos? La señorita Cleopatra Dubronik.
Cleo arrugo el gesto y tembló. Aterrorizada se despidió de Yuma y salió corriendo del lugar.
- ¡¡Kera, hermana!! Gritaba desesperada corriendo en dirección al cabeza de puerco.
A lo lejos Kera y Severus que habían salido del lugar se disponían a desaparecerse, pero Cleo salto a tiempo para agarrarse al brazo de su hermana con fuerza.

El aterrizaje fue catastrófico, Kera estaba bajo su hermana casi sin respiración, Severus a pocos metros se aquejaba de un dolor en la nuca, había aterrizado de cabeza sobre la hierba helada.
Una sombra negra se acerco rápido al lugar levantando su varita y a punto de decir un hechizo fue desviado por otro.
- ¡¡No deténgase, es mi hermana!! Kera arrodillada en el suelo con el cuerpo adelantado se había librado de su hermana que yacía semiinconsciente en el suelo.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Comida familiar

Y por fin amaneció en Hogwarts, mientras que los dos amantes dormían abrazados entre las sabanas, fuera Cleo y Yuma gritaban tirándose bolas de nieve.
Dumbledore también había salido a los jardines con las dos chicas y había conseguido estrellar dos bolas de nieve hechizadas contra ellas.
- Eso no se vale. Dijo Yuma con nieve aun sobre la cara.
- ¿Y porque no vale jovencita?
Cleo se reía a carcajadas, sus padres que paseaban con McGonagall y Sprout miraban de reojo al director dibujando extrañas muecas al verlo divertirse con las muchachas.
- Pues como le decía Minerva, comienzo a dudar que el profesor Snape sea el adecuado para cuidar de mi hija, ya escucho los gritos y vio como llego, parecía ni acordarse de que nosotros llegábamos. Y hablando de esto, ¿dónde está el profesor Snape? Comento el padre de Kera disgustado por los gritos de la noche anterior.
- Señores Dubronik, les dire que el profesor Snape no es santo de mi devoción, pero aunque parezca un hombre brusco, cuando realmente ama a alguien lo ama hasta la muerte. Y atendiendo a su pregunta, supongo que se hallará en su despacho, es un hombre que pasa mucho tiempo pendiente de su trabajo.
- Papa, confía en Severus, yo entiendo que le pasa a mi hermana, está sometida a mucha presión y el profesor también, aunque él se niegue a reconocerlo.
- Cleo tiene razón, señores, conozco a Severus desde hace mucho y sé que realmente está enamorado de Kera, pero aun así cierto es que es un hombre demasiado agresivo, aun así creo que Kera será capaz de ablandar su corazón.
Mientras tanto en los aposentos de Snape, Kera bostezaba ampliamente estirándose abrazada al cuerpo de Sev, viendo que este no se despertaba la niña corrió a la mesa de estudio y saco una de las plumas para hacerle cosquillas a Severus.
Alguien se apareció en los aposentos de Snape mientras este peleaba bajo Kera intentando quitarle la pluma.
- Ya vale Kera, al final estornudare o me meterás la pluma en el ojo.
- Ejem que bonita imagen. Dijo una voz de fondo.
Severus agarro de la cintura a Kera y la aparto de encima suyo esta al ver al invitado se agarro al brazo de Severus con fuerza mientras que se tapaba con las sabanas.
- ¿Se puede saber a qué has venido Lucius?
- Ha deleitarme de tan maravillosas vistas. Dijo mirando la cara asustada de Kera. – No, vine porque el señor tenebroso te requiere, dice que es urgente y que le gustaría que la joven Kera nos acompañase.
- Lamentablemente Kera no podrá ir, y no pongas esa cara Lucius, nada me gustaría más que tener a Kera a mi lado todo el día, pero sus padres han venido a pasar las navidades aquí y no tengo ninguna intención de que ella falte a la cita.
- Bueno es una lástima, aunque me alegra oír que Cleo está aquí.
- Si te acercas a mi hermana te matare.
- ¿Tu y cuantos más?
- Ejem Lucius, yo mismo te matare si osas acercarte a Kera o a alguien de su familia y ahora desaparece y dile al señor tenebroso que esta media noche iré a la mansión, y que si requiere de mi me mande un elfo.
- Pues que paséis un buen día tortolitos. Por cierto Kera bonitas piernas y bonitos glúteos. Dijo con una sonrisa sádica Lucius mientras se desaparecía.
Kera mientras tanto había enrojecido de tal manera que sus mofletes parecían las bolas de fuego incandescentes.
- No te pongas así mujer, si en el fondo tengo que reconocer que tiene razón. Bueno vistámonos y vayamos al gran comedor que seguro que nos están esperando.
Kera y Severus se vistieron, y quedaron en ir por separado, el primero en reunirse en el gran salón fue Severus bajo la mirada del padre de Kera, se sentó en su sitio en silencio sin mirar detenidamente a nadie.
- Buenas tardes Severus. Dijo Dumbledore con una sonrisa picara. - ¿Sabes donde está la señorita Dubronik?
- No, no sé donde esta, he estado todo el rato en mis aposentos y en el despacho haciendo el plan del siguiente trimestre. Severus alzo la mirada cruzándola con Cleo la cual hizo un guiño discreto. – Miren ahí está.
Kera apareció por la puerta aun con cierto rosado en las mejillas.
- Perdón por el retraso, me encontraba muy cansada. Kera tomo su asiento junto a Severus. – Mis disculpas por el escándalo de anoche, fue culpa mía, solo pensé en mis problemas y no pensé en los problemas que podía causar a Severus.
- Bueno si es así, yo también debo disculparme porque la tome con Severus al ver que no estabas y al enterarme de tu estado. Dijo Christoffer avergonzado.
- Pues bueno ahora que está todo solucionado comamos y disfrutemos del día. Por la tarde podríamos ir a Hogsmeade, bueno todos los que no tengan que hacer plan de estudios.
Todos se rieron menos claro esta Snape el cual soltó un bufido de disconformidad, al que siguió con un susurro: - Yo también ire viejo chalado.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Ataduras de pasión

…………… Kera pateaba la puerta con fuerza mientras entre gritos insultaba a Snape. Este que conociendo la furia de la muchacha sabía que era capaz de armar un gran lio había caminado hasta ella consiguiendo que esta reculase poco a poco sus pasos hasta sus aposentos y cuando consiguió que la joven entrase en la habitación había cerrado la puerta con llave para que la muchacha no saliese.
- Maldito seas. Algún día me vengare de lo que me has hecho.
Kera jadeaba cansada de destrozar la habitación, lamentaba ahora ser una slytherin, en las mazmorras no había ventanas por las que escapar y eso era una ventaja para el profesor, había conseguido engañarla y esta había caído en su trampa.
Kera se dejo caer en la cama varita en mano, mirando al techo y agitando la varita aun dejaba caer los libros de Snape al suelo, el reloj de pie había estallado en mil pedazos y el suelo estaba lleno de astillas y cristales, la chimenea también había sufrido lo suyo ahora se veían huecos en la piedra que la formaba y la verja de metal estaba completamente abollada.
La niña que aun tenía el cerebro embotado por la cantidad de alcohol comenzó a dormirse en la mullida cama, el único de los muebles del dormitorio que se había salvado de la furia, cuando cayó profundamente dormida su varita cayó al suelo y ella se acurruco en el centro de la cama encogida.
Media hora después Severus cruzaba lenta y cuidadosamente la puerta. Miro a la muchacha y recogió la varita del suelo, en menos de cinco minutos el dormitorio estaba arreglado por arte de magia, el reloj en su sitio, la chimenea reconstruida y todos los libros en su sitio.
- Incarcerate. Susurro Snape señalando a Kera con su varita.
Las sogas salieron cual serpientes de la varita de Snape, deslizándose cuidadosamente por el cuerpo dormido de Kera. Esta comenzó a abrir sus ojos y Severus atento a ese detalle de nuevo apunto con la varita. – ¡¡Langlock!!
Kera comenzó a revolverse en la cama de Snape cual fiera, este manteniendo una distancia adecuada espero a que la muchacha agotase sus fuerzas intentando huir para después acercarse a ella.
Finalmente tras una hora de revueltas, con Kera en el suelo agotada, Severus se acerco a ella y la levanto y la sentó en la cama, la joven le miraba con furia, si hubiese podido se hubiera lanzado al cuello de este.
- Bueno ahora que pareces más calmada, quiero pedirte disculpas por el bofetón. Pero deberías saber que tus padres llegaban hoy, has llegado a las 12 de la noche sin permiso para salir y encima has vuelto borracha.
Kera dibuja una expresión de terror en su cara, no había recordado que sus padres llegaban ese dia, y ahora se daba cuenta de cómo la había cagado, su padre confiaba en que Severus cuidara de ella y ella sin embargo la ha cagado impresionantemente bien.
Agachando la cabeza culpable por lo sucedido deja caer una lágrima, y nota como el hechizo langlock desaparece.
- Lo siento. Solloza. – No recordé lo de mis padres, solo pensaba en la tensión que yo tenía.
- Kera, se que soy una persona agresiva y arisca, pero también estoy tensionado con el que dirán, sobre todo con el que dirán tus amigos, ya sé lo que piensan los profesores, y sé que aunque no están contentos saben que cuando quiero a alguien lo quiero hasta el final.
Kera aun estaba atada y poco a poco notaba como las cuerdas se iban aflojando, Severus permanecía frio en su expresión sin cambiar el gesto de severidad que siempre tenia, su voz era sin embargo más calmada, una voz que Kera aun no había escuchado de los labios de este.
- ¿Me perdonas Severus?
- Claro que si tonta, pero confía en mí, que aunque no te diga las cosas deberías aprender a ver cómo me siento. Severus abrazo y beso la frente de Kera con cariño. – Por cierto todo el mundo cree que estas en la sala común, así que no me cambies las cosas, y mañana deberás arreglártelas tú con tu padre.
- ¿Ves?, ya estas otra vez comportándote como un profesor y no como un novio.
- No Kera, no, tu ya eres lo suficientemente mayor para sacarte las castañas del fuego así que no esperes que sea yo quien te salve siempre.
- Te o……
Pero no pudo terminar la frase, Severus se había abalanzado sobre ella y había conseguido callarla con un beso, pero un beso que hizo que la joven cayese en un profundo sueño dejando caer por la comisura de los labios un hilo líquido de color púrpura.
Severus desvistió a Kera y le puso un camisón, la metió en la cama y la arropo, tras eso el se despojo de la túnica y se puso un pijama gris, se recostó al lado de la joven y se quedo mirándola hasta que el sueño se apodero de él.
Mientras tanto en los jardines de Hogwarts la nieve comenzaba a caer y a cubrirlo todo de un manto nevado.