miércoles, 2 de septiembre de 2009

Ataduras de pasión

…………… Kera pateaba la puerta con fuerza mientras entre gritos insultaba a Snape. Este que conociendo la furia de la muchacha sabía que era capaz de armar un gran lio había caminado hasta ella consiguiendo que esta reculase poco a poco sus pasos hasta sus aposentos y cuando consiguió que la joven entrase en la habitación había cerrado la puerta con llave para que la muchacha no saliese.
- Maldito seas. Algún día me vengare de lo que me has hecho.
Kera jadeaba cansada de destrozar la habitación, lamentaba ahora ser una slytherin, en las mazmorras no había ventanas por las que escapar y eso era una ventaja para el profesor, había conseguido engañarla y esta había caído en su trampa.
Kera se dejo caer en la cama varita en mano, mirando al techo y agitando la varita aun dejaba caer los libros de Snape al suelo, el reloj de pie había estallado en mil pedazos y el suelo estaba lleno de astillas y cristales, la chimenea también había sufrido lo suyo ahora se veían huecos en la piedra que la formaba y la verja de metal estaba completamente abollada.
La niña que aun tenía el cerebro embotado por la cantidad de alcohol comenzó a dormirse en la mullida cama, el único de los muebles del dormitorio que se había salvado de la furia, cuando cayó profundamente dormida su varita cayó al suelo y ella se acurruco en el centro de la cama encogida.
Media hora después Severus cruzaba lenta y cuidadosamente la puerta. Miro a la muchacha y recogió la varita del suelo, en menos de cinco minutos el dormitorio estaba arreglado por arte de magia, el reloj en su sitio, la chimenea reconstruida y todos los libros en su sitio.
- Incarcerate. Susurro Snape señalando a Kera con su varita.
Las sogas salieron cual serpientes de la varita de Snape, deslizándose cuidadosamente por el cuerpo dormido de Kera. Esta comenzó a abrir sus ojos y Severus atento a ese detalle de nuevo apunto con la varita. – ¡¡Langlock!!
Kera comenzó a revolverse en la cama de Snape cual fiera, este manteniendo una distancia adecuada espero a que la muchacha agotase sus fuerzas intentando huir para después acercarse a ella.
Finalmente tras una hora de revueltas, con Kera en el suelo agotada, Severus se acerco a ella y la levanto y la sentó en la cama, la joven le miraba con furia, si hubiese podido se hubiera lanzado al cuello de este.
- Bueno ahora que pareces más calmada, quiero pedirte disculpas por el bofetón. Pero deberías saber que tus padres llegaban hoy, has llegado a las 12 de la noche sin permiso para salir y encima has vuelto borracha.
Kera dibuja una expresión de terror en su cara, no había recordado que sus padres llegaban ese dia, y ahora se daba cuenta de cómo la había cagado, su padre confiaba en que Severus cuidara de ella y ella sin embargo la ha cagado impresionantemente bien.
Agachando la cabeza culpable por lo sucedido deja caer una lágrima, y nota como el hechizo langlock desaparece.
- Lo siento. Solloza. – No recordé lo de mis padres, solo pensaba en la tensión que yo tenía.
- Kera, se que soy una persona agresiva y arisca, pero también estoy tensionado con el que dirán, sobre todo con el que dirán tus amigos, ya sé lo que piensan los profesores, y sé que aunque no están contentos saben que cuando quiero a alguien lo quiero hasta el final.
Kera aun estaba atada y poco a poco notaba como las cuerdas se iban aflojando, Severus permanecía frio en su expresión sin cambiar el gesto de severidad que siempre tenia, su voz era sin embargo más calmada, una voz que Kera aun no había escuchado de los labios de este.
- ¿Me perdonas Severus?
- Claro que si tonta, pero confía en mí, que aunque no te diga las cosas deberías aprender a ver cómo me siento. Severus abrazo y beso la frente de Kera con cariño. – Por cierto todo el mundo cree que estas en la sala común, así que no me cambies las cosas, y mañana deberás arreglártelas tú con tu padre.
- ¿Ves?, ya estas otra vez comportándote como un profesor y no como un novio.
- No Kera, no, tu ya eres lo suficientemente mayor para sacarte las castañas del fuego así que no esperes que sea yo quien te salve siempre.
- Te o……
Pero no pudo terminar la frase, Severus se había abalanzado sobre ella y había conseguido callarla con un beso, pero un beso que hizo que la joven cayese en un profundo sueño dejando caer por la comisura de los labios un hilo líquido de color púrpura.
Severus desvistió a Kera y le puso un camisón, la metió en la cama y la arropo, tras eso el se despojo de la túnica y se puso un pijama gris, se recostó al lado de la joven y se quedo mirándola hasta que el sueño se apodero de él.
Mientras tanto en los jardines de Hogwarts la nieve comenzaba a caer y a cubrirlo todo de un manto nevado.

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