martes, 20 de mayo de 2008

El Callejón Diagón y al Expreso de Hogwarts


Cuando por fin entraron en el Callejón Diagón Kera se quedo completamente pasmada al ver tan maravilloso espacio.
La maña transcurrió con calma, lo primero que hicieron fue ir a revisar la varita de la chica.
- Madera de ébano, cabello de banshee, elástica, perfecta para encantamientos y transformaciones. Dijo Ollivander al comprobar la varita. – Es una varita magnifica señorita.
Luego fueron a comprar ingredientes para pociones, allí estuvieron más de una hora, ya que Snape aprovechó para encargar gran parte del material que iba a necesitar para el curso.
Después de eso fueron a comprar los materiales necesarios para pociones, en lo cual también tardaron una hora, debido a que Severus también necesitaba encargar calderos nuevos.
A continuación fueron a encargar el uniforme y demás ropa para el curso, Kera obligo a Snape a comprar una túnica nueva, a lo cual tuvo que acceder ya que Kera no paro de darle la lata hasta que este accedió.
Finalmente Severus acabo con dos túnicas nuevas, una de color verde oscura con adornos plateados y otra azul negruzca muy simple.
Luego comieron en una de las terrazas del callejón, y por la tarde, terminaron de comprar plumas nuevas, royos de larguísimo pergamino y una nueva mascota para Kera, regalo de Severus.
Kera estaba muy contenta con su mascota, un enorme búho real con ojos ambarinos.
Y por ultimo fueron a comprar los nuevos libros que Kera necesitaría en este curso.

A las 10 de la noche cuando hubieron terminado de comprar volvieron al Caldero Chorreante y cenaron, para más tarde ir a descansar.

A la mañana siguiente Kera se levanto con más facilidad que el día anterior.
Severus la acompaño hasta King Cross y la ayudo a cruzar hasta en andén 9 y tres cuartos, ayudo a Kera a subir todas sus cosas y espero a que partiera el tren.
Después volvió hasta el Caldero Chorreante y uso la red Flú para llegar hasta Hogwarts.



Kera paseo por el largo y estrecho pasillo del tren escarlata buscando un compartimento en el que instalarse, finalmente se sentó en el ultimo compartimento del ultimo vagón, en ese compartimento no había nadie, así que exhalo profundamente y entro en el, se acomodo en el interior de este y se relajo hasta que unos alumnos golpearon a su puerta.
- Adelante. Contesto Kera.
- ¡Oh! Disculpe señorita, no sabíamos que viajaba un profesor en el tren. Dijeron los chicos los cuales llevaban adornada su túnica con una chapa dorada.
Kera pensó que debían ser los alumnos de mayor año, y cuando cayó en la cuenta volvió a pensar. - ¿Cómo, me han confundido con una profesora? Oh, por Circe, ya sé que aparento un par de años más de los que tengo, pero, ¿confundirme con una profesora?

Pasadas un par de horas apareció una señora mayor con un carrito lleno de golosinas, Kera se alegro mucho, ya que no había cogido nada para el viaje.
Después de mucho pensar acabo comprando: 4 pasteles de calabaza, 2 botellas de zumo de calabaza, 2 ranas de chocolate, una caja de grajeas Bertie Bots de todos los sabores, y otras cuantas golosinas, después de llenar bien el estomago, se recostó en uno de los asientos del compartimento, y tras bostezar unas cuantas veces, cayó en un profundo sueño.
El traqueteo del tren meció su sueño durante dos horas y tras ese sueño volvió a despertarse, miro su reloj y vio que tan solo eran las 4 de la tarde, ¡por Merlín! ¿cuánto tardarían en llegar a Hogwarts?
Al final decidió lanzarse a la aventura, se asomo por la puerta de su compartimento y vio que el pasillo estaba desierto, así que salió y camino hacia los primeros vagones del tren con intención de preguntarle al maquinista cuanto quedaba de viaje, se la estaba haciendo eterno, y precisamente no era una chica con paciencia que se diga.
Camino despacio intentando escuchar partes de las conversaciones que tenían el resto de los alumnos, pero no tuvo éxito, ya que el tren hacia demasiado ruido para escuchar nada.
Cuando estaba llegando al primer vagón se encontró con una de las chicas que había golpeado antes la puerta.
- Esto, disculpa, pero podrías decirme ¿cuánto falta para llegar a Hogwarts?
- Entre las 8 y las 9 estaremos en Hogsmeade, desde allí unas carrozas nos guiaran al colegio. Contesto con muy buenos modales la chica, esta era de pelo largo y moreno, con los ojos azules y una sonrisa muy cálida.
- Muchas gracias. Contesto Kera devolviéndola la sonrisa.
- No hay de qué.
Tras haber quedado no muy satisfecha con la respuesta volvió a su compartimento, ya encontraría con que entretenerse.
- Oh no, he dejado a Rio solo. Kera echo a correr al compartimento al recordar que había dejado a su búho solo y que aun no le había dado de comer.
Cuando abrió la puerta vio a Rio hecho una furia, rápidamente desmigo uno de los pasteles, abrió la jaula y comenzó a alimentar al animalito.
Kera fue recompensada con pequeños pellizcos en la mano y un dulce ulular por parte del animal. Finalmente la niña se sentó al lado de la jaula para poder acariciar al búho.

Sobre las 6 de la tarde, cuando Kera comenzaba a aburrirse soberanamente, paso de nuevo la mujer del carro, Kera volvió a comprar algunas golosinas, pero no tantas como la vez anterior, además invito a pasar a la mujer y estuvo charlando con ella.
- Nunca la había visto por aquí señorita, ¿es usted alguna profesora nueva?
- Oh no, en realidad soy una alumna, vengo del extranjero para estudiar durante dos años en Hogwarts.
- Pero, pareces mayor que los demás, ¿no? Miro extrañada la mujer.
- Si, así es, tengo 18 años, lo que pasa es que en mi antiguo colegio había un curso mas, pero en Hogwarts no se cómo van a encargarse de mí.
- ¿Sabes algo sobre la historia de Hogwarts?
- Bueno algo me conto el profesor Snape. Sé que hay cuatro casas, de los cuatro fundadores, y que Hogwarts tiene un hechizo para que los muggles no lo vean, y poco más.
- Seguro que Hogwarts te gustara, es maravilloso. Dijo la mujer sonriente.
Poco después la mujer se marcho y Kera volvió a quedarse sola, de nuevo dio de comer a Rio, y luego se quedo contemplando el paisaje que poco a poco iba oscureciendo.

Al cabo de una hora y media por fin llegaron a Hogsmeade, todos los alumnos bajaron del tren y esperaron a coger los carruajes, mientras tanto, un hombre de gran estatura iba llamando a los del primer curso, Kera se quedo esperando sin saber muy bien qué hacer, de repente una mano se poso en su hombro, Kera se dio la vuelta sorprendida, allí estaba el profesor, Snape, la guio hasta un carruaje en el que nadie había subido, nada más subir Snape saco la cabeza por la ventana y dijo:
- Podemos irnos.
- Pero Severus, alguien más podría querer montar en el carruaje. Dijo Kera agarrándolo por el brazo.
- Tranquila, nadie querrá viajar junto a mí. Contesto Severus con una sonrisa malévola. – Por cierto, ¿qué tal ha ido el viaje?
- Pues bien, un poco largo.
Durante el trayecto hasta el colegio fueron charlando a cerca del viaje, el trayecto no fue muy largo, y además se hizo muy ameno.Cuando llegaron a la puerta principal y bajaron del carruaje Kera miro asombrada, era maravilloso, nunca antes había visto un castillo tan hermoso, ahora más que nunca estaba segura de que iba a disfrutar mucho durante esos dos años.

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