lunes, 6 de julio de 2009

Vacaciones, nieve y mas



Los cinco días antes de que los alumnos se marcharan de vacaciones pasaron deprisa, Kera y las chicas se dedicaron a adornar la sala común con ayuda de los más pequeños, se pasaban casi todo el tiempo entre el gran salón degustando platos típicos navideños y la sala común contando historias. Las notas habían sido entregadas y los siete amigos habían aprobado casi todas las asignaturas.

La noche en la que se iban Kera se despidió de algunos a las puertas del castillo.
- ¿Yuma tú te quedas? Dijo Kera al ver a Yuma a su lado sin maletas.
- Si se me olvido decirlo. Mi familia se va a la mansión Malfoy y la verdad es que yo no me llevo bien con mis tios y con mi primo.
Kera sonrió y la tomo de la mano y juntas despidieron a sus amigos.

Volvieron al gran salón ahora lleno de adornos navideños que flotaban y por su puesto un hermoso arbol de navidad que los profesores habian adornado, apenas habían quedado alumnos, por no decir que ellas dos eran las únicas que quedaban.
- Vaya parece que nos quedamos solas. Dijo Yuma sintiéndose como una reina. – Es genial verdad Kera. Tenemos todo el castillo para nosotras solas.
- Ejem. Dijo una voz a las espaldas de las chicas. – Para ustedes solas no señoritas.
- Oh profesor Dumbledore, disculpe, jaja, bueno me refería para nosotras solas porque somos las únicas alumnas. Dijo Yuma un poco avergonzada.
- Era broma niñas. Bueno esta noche, ¿nos acompañareis a cenar no?
Las dos niñas asintieron con la cabeza y se pusieron a jugar al ajedrez mágico.

- Yuma, mañana viene mi familia, ¿te gustaría pasar con nosotros las vacaciones aquí en el castillo?
- ¿Lo dices en serio? Yuma se abalanzo sobre Kera repitiendo que si mil veces. – Muchas gracias Kera.

Al llegar la hora de la cena las chicas se sentaron con los profesores que quedaban. Los cuales eran tan solo los cuatro jefes de las casas y Dumbledore. La velada transcurrió tranquila y Yuma ya agotada se despidió, no sin antes hacer una seña a Kera.

- ¿Qué pasa Yuma? Dijo entre susurros.
- Vale, se que estas con Snape, por lo que no te preocupes por no dormir conmigo esta noche, ve con él, si mañana viene tu hermana iré con ella, digamos que nos conocemos.
Kera arrugo el entrecejo. – No quiero dejarte sola hoy.
- Pero no vas a tener más días para estar con él, ¿qué harás cuando estén tus padres?
- No sé, pero es que no quiero que estés sola, en serio.
- Bueno tu veras lo que haces. Hizo un gesto burlón y salió corriendo.
- Espe… maldita seas. Dijo Kera refunfuñando a la vez que se giraba al salón y se golpeaba con algo cayendo al suelo de culo.
Escucho una risa malvada mientras se frotaba el golpe y al alzar la cabeza para gritar vio a Snape riéndose.
- ¿De qué te ries?
- De ti tonta. Jajaja. Anda levanta. Dijo ayudándola a levantarse. – Sabes, lo que dice Yuma es cierto.
- De eso no te preocupes. ¿Quieres que esta noche duerma contigo? Dijo la joven poniendo ojos de buena.
- Está claro que sí. Además mañana vienen tus padres por lo que no podrás estar conmigo, a no ser… El hombre no termino la frase e hizo un gesto como para marcharse a lo que la joven lo agarro del brazo.
- A no ser… ¿a no ser que?
- Que les digas que estas saliendo conmigo.
- Pues si que se lo iba a decir. Dijo alzando el pecho con fuerza.
- Ya sé qué se lo ibas a decir, pero yo me he adelantado. Anoche les escribí contándoles nuestra historia.
- ¿Qué has hecho que? La niña se encendió furiosa y lo empujo con fuerza.
- Tranquila, aquí está la carta. Léela tranquila. Yo voy a charlar con los profesores y después iré al dormitorio. Dijo entrando en el salón de nuevo. – A si, esta es la carta que les envié. Dio la carta a Kera y cerró las puertas del gran salón tras el dejando a la chica plantada en la puerta.

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