Severus corrió hacia Kera asustado, comprobando que ella estaba bien se levanto e hizo una inclinación al señor tenebroso. Kera aun arrodillada agacho la cabeza entre avergonzada y asustada.
- Eres rápida Kera, y eso es muy bueno. Kera aun sin atreverse a levantar la cabeza tragaba saliva y reparaba acelerada. – Levántate, no temas mujer. La joven se levanto y susurró un disculpe. – Tranquila, estas disculpada.
Severus tomo en brazos el cuerpo de Cleo que finalmente había caído inconsciente.
- La llevare a un sitio donde pueda descansar. Dobby. El elfo apareció y camino al lado de Snape en silencio.
- ¿Me acompaña señorita? Dijo el señor tenebroso ofreciendo su brazo. - ¿Por qué se apareció tu hermana Kera?
- No se señor, lo único que sé es que estaba asustada, solo pude ver su cara de horror al agarrarse a mi brazo.
- Quizá viera a alguien o algo que la asusto y corrió a refugiarse en ti.
- Puede ser, pero no lo sabré hasta que no despierte.
Ambos caminaron hasta la mansión y entraron al salón donde una humeante taza de cacao esperaba.
- Es para ti querida, por el susto y mal trago.
- Muchas gracias señor. Dijo tomando la taza en sus manos. - ¿De qué quería hablar conmigo señor?
- Mas que nada quería ver como estabas. Sé que te estás esforzando en clase y eso me alegra, quería ofrecerte un entrenamiento intensivo en hechizos. Creo que tienes un gran potencial y deberías explotarlo. Kera escuchaba atenta y en silencio. - ¿Qué te parece mi ofrecimiento?
- Me complace, pero preferiría esperar a ver qué opina Severus de ello.
- Me parece bien y acertado y mas estando conmigo, muchos querrán atacarte a ti para hacerme caer a mí.
- Entonces acepto señor.
Charlaron largo y tendido hasta que un grito de Cleo les hizo correr a ver que sucedía.
Cleo varita en mano apuntaba a Draco, el cual también estaba con su varita preparada, el señor tenebroso se interpuso entre ellos y Draco bajo la varita, Cleo volvió a gritar y temblo aun mas asustada mirando con horror a su hermana.
- ¿Kera, hermana estas bien?
- Si, baja tu varita.
- Pero, pero él, el es…
- Si, escúchame baja la varita por tu bien. La joven guardo la varita y reculo sus pasos hasta chocar con la cama en la que Snape la había depositado. – No digas nada de esto, no deberías estar aquí.
- Estas viva de milagro. Dijo el señor tenebroso.
- ¿Pero porque estas con ellos, con Draco, con él?
- Es largo de explicar, cálmate y a su debido tiempo te lo contare.
- Si me permiten puedo hablar con ella y explicárselo todo. Cleo negó con la cabeza y Draco y Snape desaparecieron, tan solo Kera y el quedaron para explicar todo.
Finalmente Cleo pudo medio entender, y decidió guardar el secreto.
- Si lo prometo hermana, no diré nada, pero con la condición de que ni Lucius ni Draco se acerquen a mí.
- Eso está hecho hermana.
El señor tenebroso esbozo una sonrisa, que a pesar de sus facciones viperinas demostró ser sincera y calmada.
En el salón Severus sentado con Draco y Lucios esperaban a las chicas y al maestro.
- Todo solucionado caballeros, señoritas tomen asiento a mi lado. Y ahora el tema, he pactado con Albus Dumbledore. Todos miraron desconcertados. – Si ahora colaboraremos, tuvimos una larga charla, y debo comunicar que ha aparecido un mago oscuro, uno aun peor que yo.
- Eso es imposible señor, nadie puede superarle.
- Cállate Lucius y no interrumpas. Kera poso la mano en el brazo de Voldemort y lo miro. – Dime Kera que sucede.
- ¿Es alguien como yo verdad?
- Así es, es un mago poderoso, Albus lleva años en silencio buscándolo y cuando lo ha encontrado ha sido vencido, yo mismo me enfrente con él hace poco y fui vencido.
- ¿Señor puedo preguntar algo?
- Dime querida.
- Su voz, ya no sisea señor.
- Cierto, muy bien en percatarte de ese detalle. Este mago es tan poderoso que es capaz de arrebatar poderes, ahora mismo ya no puedo hablar parcel, Nagini ha huido y se ha escondido. Los tres hombres se agarraron al sofá en el que estaban sentados y miraron incrédulos. – Anoche mismo hable con Albus, para que os hagáis una idea de lo poderoso que es hemos tenido que recurrir a la ayuda muggle para poder localizarlo, pero no tenemos gente que pueda ayudarnos, y en eso entra la hermana de Kera, por ello fueron invitados sus padres a Hogwarts. Lo que me extraña es que Severus no te extrañases de la aparición de esta mañana de Lucius.
Severus esbozo una mueca de dolor y espanto, y era normal, ni Kera ni él se habían dado cuenta de que si el castillo hubiera estado bajo los hechizos de Dumbledor nadie puede aparecerse en el castillo.
- Bueno no pasa nada, Cleo ¿sabes usar ordenadores? Pregunto Voldemort.
- Si claro, estoy estudiando cosas muggles ahora y la informática es de mis preferidas.
- Perfecto entonces. Necesito que me acompañes.
Ambos salieron en silencio del salón y se perdieron por la gran mansión. Severus que aun miraba extrañado se sentó con Kera en el sofá y esta se acurruco entre sus brazos, de pronto la figura de Albus Dumbledore se apareció en el salón, los dos Malfoy se espantaron y sacaron su varita, Albus simplemente los miro y ellos bajaron la varita.
Severus y Kera aun acurrucados en el sofá y con cara de haba miraron a Albus.
- Gracias por la nota Severus.
- De nada… supongo.
- Kera hoy os quedareis aquí tu y Severus ya os cubrí con tus padres. ¿Por cierto donde esta Tom?
- Ni idea, se fue con Cleo.
- A vale están en el sótano entonces, iré a verlos vosotros os podéis retirar, Lucius y Draco también os podéis ir.
Los dos Malfoy abandonaron casi corriendo la estancia, Severus y Kera se quedaron embobados y vieron como Albus también se iba.
- ¿Qué hacemos ahora? Pregunto Kera sobre el pecho de Snape mirándolo.
- No sé. Y este agacho la cabeza hasta rozar sus labios con los de la chica. - ¿Quieres que paseemos por los jardines de la mansión?
- Hace frio y ya es muy tarde. La chica se abrazo al cuerpo de Snape y descanso la cabeza sobre su pecho. – Quiero ver a mi hermana, me da miedo todo esto.
- Lo sé, a mi también, parece que esos dos dejaron sus diferencias de lado ahora parece que siempre se hubieran llevado bien y mientras tanto yo sigo teniendo esta marca.
Severus se subió la manga del jersey gris y pudo contemplar que la marca ya no estaba, asustada y pensando que se había equivocado levanto la otra manga, pero el brazo estaba igual de pálido sin marca alguna.
- ¿Desapareció?
- Así es, ahora que no puedo hablar parcel parte de la humanidad me ha vuelto, y me he dado cuenta de mis errores, pero ya es tarde para arreglarlo.
- Tranquilo Tom, si estás arrepentido de lo hecho es un paso, y si nos ayudas con esto sabes que el ministerio lo tendrá en cuenta.
- Si Albus pero acabare en el mismo sitio, aunque el ministerio lo entienda y tu también, el resto del mundo mágico no lo entenderá nunca.
- Bueno ahora no pienses en eso, lleva a Kera a ver a su hermana y descansa, yo hablare con Severus.
Tom ofreció su brazo nuevamente a Kera la cual acepto, pero antes se despidió con la mano de Albus y guiño el ojo a Severus mientras le lanzaba un beso.
Caminaron por los pasillos de la mansión y antes de llegar a las escaleras que bajaban al sótano, Tom invito a Kera a pasar a un pequeño saloncito.
- Necesito hablar contigo Kera.
3 comentarios:
Hola, quiero decirte que llevo tiempo siguiendo tu historia aunque no comentaba porque no tenía cuenta...
Es una historia preciosa, yo adoro a Severus ^^
Suerte y animo con la historia.
Hola, me gusta mucho tu historia y la sigo desde hace tiempo ^^
animo y suert!!!
perdon me salto dos veces el comentario lo siento mucho
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