lunes, 31 de agosto de 2009

¡¡¡Jo jo jo y una cerveza de mantequilla!!!


Dicho eso Kera y Yuma salieron a hurtadillas del colegio, corretearon por el camino nevado hasta Hogsmeade y se internaron en las tres escobas.
El lugar estaba bastante vacio, y era normal siendo navidad sin estudiantes, la señora Rosmerta atendía la barra y cuando las chicas entraron se quedo mirando boquiabierta.
- ¿Que hacen aquí dos estudiantes?
- Hola señorita Rosmerta, pues vera somos las dos únicas estudiantes de Hogwarts que se quedan aquí en navidad y vinimos a tomarnos algo y desearle feliz navidad. Dijo Yuma alegremente. – Cuando pueda pónganos dos cervezas de mantequilla por favor.
- Feliz navidad niñas, me alegra veros felices aun quedándoos aquí.
Rosmerta sirvió sendas cervezas e invito a las niñas a sentarse con ella en una mesa cercana a la barra.
Más tarde otros dos aldeanos de Hogsmeade que también pasaban a desean felices fiestas se unieron a las tres mujeres.
Pasadas dos horas, Rosmerta subida a la barra cantaba un villancico agitando su falda, Kera desde abajo acompañaba tambaleante con palmadas y Yuma bailaba sobre la mesa cual Parisina elegante sobre la mesa. Los dos hombres bailaban también acompañados del tocadiscos que sonaba de fondo.
Tras una hora de bailes, risas, cantos y más cervezas Hagrid entro a las tres escobas y puso el grito en el cielo cuando vio a las dos niñas riendo en llanto golpeando la mesa.
- Jovencitas, ¿Qué hacen aquí solas y sin maestros?
- Hagrid amigo mío. Grito Kera abrazándose a la panza de Hagrid. – Seve… digo el profesor, que digo ahora no estoy en el colegio, Severus nos dejo salir a las dos.
- ¿Kera estas borracha?
Kera soltó una carcajada doblando el tronco hacia atrás con la mala suerte de tropezar con algo y caer de culo al suelo, Rosmerta y los dos hombres rompieron en risas mientras que Yuma también entre risas cayo de culo sobre la mesa salpicando todo con la cerveza de mantequilla.
- No estoy borracha, bueno quizás un *hips* poco, pero solo estoy alegre y contenta, Rosmerta nos invito a comer dulces.
- Hagrid *hips* ven aquí, tengo un barril de hidromiel listo para que lo *hips*degustes. Dijo Rosmerta ofreciendo una jarra a Hagrid el cual abrió los ojos como platos.
- Rosmerta no puedes ofrecerme eso con dos estudiantes asi.
- Venga querido, las jóvenes están bien, en poco se las pasara.
- Bueno tomare una por no hacer el feo.
Y una se convirtió en dos, y dos en tres, y finalmente Hagrid comenzó con las historias de sus mascotas.
Kera y Yuma se habían sentado en la mesa acompañadas esta vez de dos Wiskies de fuego, ambas miraban embobadas a Hagrid pero realmente tenían tal embotamiento en el cerebro que no se enteraban de nada.
Rosmerta comenzaba a cerrar los ojos, en parte por el mismo embotamiento de las chicas y en parte por la paliza verbal que Hagrid estaba dándoles.
- Bueno yo me voy ya. Dijo Hagrid dando tumbos. – Pasen felices fiestas.
Cuando Hagrid cruzo la puerta Rosmerta y las dos chicas se miraron y rompieron a reir.
- Se olvido de nosotras. Dijo Yuma secándose una lagrima.
Kera miraba las telas de araña del techo embobada. Yuma la zarandeaba mientras tanto pero esta parecía haber entrado en un trance, de repente Kera comenzó a llorar sonoramente y Rosmerta se sentó a su lado para consolarla.
- ¿Qué te pasa querida?
- Que Severus es un idiota, no me comprende, no entiende como me siento y no hace nada por remediarlo.
- Bueno así son los *hips* hombres no debes llorar, además *hips* se que vinisteis aquí para no pensar en ello.
- Es cierto. Dijo la joven secándose las lágrimas. – Quiero otra cerveza, no quiero pensar en el.
- ¡¡Bien dicho!!
Y de nuevo las tres comenzaron a beber, ahora alternaban copas, wiskie, hidromiel, cerveza de mantequilla, al cabo de un rato ninguna de las tres se tenía en pie.
Kera y Yuma salieron a la calle, había anochecido y el frio se hacía notar, abrigadas con las bufandas y los abrigos, agarradas de la mano para no caerse, volvieron cantando canciones de tabernas y tambaleándose.
Ninguna había caído en que los padres de Kera ya habrían llegado. Cuando cruzaron entre risas y cantos la puerta del colegio caminaron hasta las escaleras que bajaban a la sala común, de pronto las campanas de la torre de astronomía comenzaron a sonar y una voz enfadada grito tras ellas.
- ¿DONDE DIABLOS OS HABEIS METIDO?
- *Hips* soltaron las dos chicas volteándose asustadas y tambaleantes.
Severus estaba despierto esperando a que aparecieran y cuando las escucho gritar y cantar salió como alma que lleva el diablo.
- Explíquense señoritas.
- Nosotras *hips* fuimos a hogsmeade.
- ¿A EMBORRACHARSE?
- ¡¡SI!! ¿Pasa *hips* algún *hips* problema?
Severus avanzó con su frufrú hasta Kera y la abofeteo, seguidamente repitió la acción contra Yuma.
Kera rompió a llorar y devolvió el bofetón a Severus echando a correr escaleras abajo hasta la sala común.
Severus corrió tras ella gritando cual bestia, se oyeron portazos y gritos. Yuma salió del embotamiento y se quedo paralizada en las escaleras, al cabo de pocos minutos la gran mayoría de los profesores y Cleo estaban a los pies de las escaleras escuchando los gritos y golpes que subían de las mazmorras.
- ¿Pero que pasa aquí? Pregunto Cleo.
- El profesor nos abofeteo a Kera y a mí y ella le devolvió el golpe y bajo corriendo las escaleras.
- ¿Severus hizo tal cosa?
- Si señor, Kera y yo acabábamos de llegar, nos escapamos a las tres escobas y bebimos un poco de más.
- Este hombre es demasiado protector con mi hermana, pero no pienso permitir que le levante la mano a mi hermanita ni a su amiga.
Cleo que tenía el mismo carácter que Kera bajo las escaleras de dos en dos llamando a Severus e insultándolo y pronto las voces aun se hicieron más fuertes, los gritos e insultos rebotaban en las paredes.
Finalmente Severus subió bufando con Cleo tras el también bufando, todos los profesores se apartaron de sus caminos pero Severus se giro mirando fijamente a Yuma.
- Esta me la pagareis y muy cara. Yuma tembló ante la mirada de Severus y atraso sus pies chocando con McGonagall.
- Tranquila Yuma, ahora esta con la cabeza caliente. Dijo la profesora posando sus manos en los hombros de la joven. – Baja con tu amiga y acostaros, mañana hablaremos.
- Si descansad, Cleo creo que deberías ir con ellas también. Dijo Albus sin cambiar el gesto.
- Si señor, descansen y disculpen los gritos.

Yuma y Cleo bajaron en silencio y entraron a la sala común, se sentaron y Cleo le conto a Yuma de la pelea, en la que prácticamente Kera había dicho a Snape que en vez de gritarla y enfadarse con ella debía intentar comprender la presión que tenia estando con un profesor y sintiendo que Lucius estaba pendiente de ella.
- Kera tiene razón en eso. Severus cree que tiene una relación normal, pero la diferencia de edad y la presión que sufre Kera no es soportable. Decía Yuma preocupada. – Fue por eso que nos emborrachamos.
- Tampoco actuasteis bien en eso, pero puedo entender lo que pasa mi hermana.
- ¿Y donde está ahora Kera?
- En los aposentos de Snape encerrada llorando y destrozándole todo.
Finalmente Cleo y Yuma se acostaron.
Mientras tanto en el dormitorio de Snape…………………

domingo, 30 de agosto de 2009

Las campanadas de media noche se acercan

Kera lloriqueaba sentada en la cama de Snape con las rodillas contra el pecho abrazando las cartas, esta tan absorta que no se dio cuenta de que Snape había entrado en el dormitorio.
- ¿Kera, Kera que pasa, te has hecho daño? Severus corrió hasta la cama y abrazo a la niña la cual lloro contra su pecho abrazándolo.
- No, no me ha pasado nada, solo que me ha hecho mucha ilusión leer las cartas y la aprobación de mi padre.
- Mujer no llores así, casi me muero pensando que te había pasado algo.
Severus abrazo a Kera con cariño y la acaricio el cabello entremezclando sus dedos y jugueteando con el pelo de la niña que por fin se calmo.
Ambos se miraron a los ojos y se besaron con ternura, Kera sintió en ese beso una gran cantidad de amor.

La noche de Halloween llena de pasión volvió a repetirse aquella noche, el reloj de pie de la habitación de Snape marcaba las horas en punto pero ellos seguían dándose amor y cariño. A las cinco de la madrugada Kera se comenzaba a quedar dormida de puro agotamiento.
- Creo que debemos descansar Kera, se te están cerrando los ojos. Dijo Severus besando la nariz de Kera.
La joven asintió y se acurruco en el pecho de Snape quedándose dormida al instante.

A la mañana siguiente ambos se quedaron hasta tarde durmiendo, el reloj de pie marco las doce y Severus consiguió desperezarse y despertar a Kera.
Se levantaron y tras vestirse bajaron al gran comedor.
Allí estaban Yuma y los demás profesores charlando amenamente sobre cosas sin importancia con mucha tranquilidad.
Se sentaron con ellos y esperaron a que los elfos trajeran la comida.
Kera que aun tenía sueño cabeceaba mientras comida, y en alguna ocasión estampo el tenedor en su cara en vez de llevarse la comida a la boca.
Yuma y los demás se reian a carcajadas de ella que gruñía y protestaba porque tenía sueño.
- Kera pareces una niña. Dijo Yuma limpiándole la comida que se había quedado pegada en su cara.
La joven miro a su compañera y la saco la lengua, pero Yuma no satisfecha con hacer rabiar a Kera la pellizco en la lengua y Kera se llevo las manos a la boca y comenzó a llorar sonoramente.
Los profesores se taparon los oídos y Severus comenzó a reñir a las dos niñas.
- Yuma, ya deja de molestar a Kera, y tu Kera deja de llorar como una cría que ya eres mayor.
Kera miro a Severus con los ojos llenos de lágrimas y salió corriendo del comedor.
El resto del profesorado se cayó de golpe y Albus intervino.
- Severus creo que fuiste demasiado brusco con Kera. Además que ella este así no es más que culpa tuya, si al menos la dejaras dormir ella no estaría agotada y susceptible.
- A ti no te importa lo que yo haga o deje de hacer, además ella debe madurar y no se la puede estar malcriando, ese es mi error que la mimo demasiado.
De nuevo el silencio se apodero del salón, los profesores comenzaron a comer en silencio, nadie se atrevía a mirar a Snape, ni a mirarse los unos a los otros.
Tras la incómoda comida, todos se fueron, algunos a la biblioteca, otros a sus dormitorios, Yuma bajo tras Severus a la sala común de Slytherin sin dirigirle la palabra, ni el mismo dijo nada mientras caminaban prácticamente en paralelo.
Severus se despidió de la alumna con un gruñido y desapareció tras la puerta de su despacho, Yuma prosiguió su camino hasta la sala común de los Slytherin y entro sintiéndose la reina del lugar, se tiro de golpe sobre uno de los sofás negros y suspiro de felicidad.
Tras unos segundos de silencio comenzó a escuchar un lloriqueo, y sin duda era el de Kera pues era la única que estaba en el colegio con ella.
Yuma busco bajo las mesas hasta que la encontró acurrucada bajo una lloriqueando.
- Kera, ¿Qué te pasa? Por mucho sueño que tengas nunca lloras. Kera agacho la cabeza colocándola entre las rodillas. – Venga mujer, ¿Qué ha podido pasar para que estés tan sensible?
- Solo pasa que Snape es un insensible, ni se preocupa en saber cómo me siento, ni saber qué es lo que siento. Decia entre llantos.
- ¿Ha ocurrido algo grave? Yuma malinterpretaba las palabras de Kera y asustada se sentó bajo la mesa con Kera abrazándola.
- No, solo que mis padres llegan hoy, y por mucho que hayan aceptado, no sé si en realidad es cierto que aceptan o no. Y Severus solo piensa en molestarme y gruñirme.
- Bueno mujer ya será para menos, mira, vámonos a Hogsmeade tus padres no llegan hasta la noche, vamos a las tres escobas y emborrachémonos.
Kera esbozo una sonrisa y abrazo a Yuma.
- Tienes razón, vamos a las tres escobas a divertirnos.